Iberdrola ha cerrado la mayor emisión de bonos sénior de su historia tras colocar 2.150 millones de euros, con una demanda que ha más que triplicado la oferta, alcanzando los 7.400 millones de euros y con unos libros sobresuscritos 3,4 veces, informó la compañía.
En concreto, el importe de la emisión, que se ha realizado en tres tramos -650 millones de euros a tres años y medio, 750 millones de euros a siete años y otros 750 millones de euros once años-, se empleará para financiar el crecimiento en el Reino Unido, país clave en la estrategia del grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán y donde el pasado mes de agosto acordó la adquisición de la distribuidora eléctrica ENW por un valor total de 5.000 millones de euros incluyendo deuda.
La energética destacó que ha aprovechado el arranque del nuevo ciclo de bajadas de tipos de interés en la zona euro y en Estados Unidos para salir al mercado consiguiendo unos precios muy competitivos, con un cupón del 2,625% para la deuda que vence en marzo de 2028, del 3% para la que expira en septiembre de 2031 y del 3,375% para la que tiene fecha de vigencia hasta septiembre de 2035.
Los bancos que han intervenido en la operación han sido BBVA, BNP Paribas, Crédit Agricole, Mizuho, Sabadell, Barclays, CaixaBank, DBS, Banca IMI, ING, Morgan Stanley, MUFG, NatWest, Rabobank, RBC y Santander.
De esta manera, los inversores han vuelto a respaldar la estrategia de la mayor eléctrica europea por capitalización en Bolsa, en una operación cuyo coste medio ponderado ha quedado fijado por debajo del 3,12%, para una vida media superior a los 7,3 años.
QUINTA OPERACIÓN PÚBLICA EN EL MERCADO EN ESTE AÑO.
Esta emisión representa la quinta operación pública realizada por la compañía en el mercado en lo que va de año, tras el bono híbrido de 700 millones de euros emitido en enero, la colocación en el mercado suizo de 335 millones de francos a finales de junio, el bono sénior por importe de 750 millones de euros emitido en julio y la efectuada en agosto, cuando Iberdrola colocó 525 millones de dólares (490 millones de euros) a través de la filial estadounidense.
Además de las emisiones de bonos, la eléctrica firmó con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) un préstamo verde de 700 millones de euros para la expansión de las redes eléctricas en España y amplió su alianza con el Banco Mundial con un préstamo verde de 300 millones para proyectos renovables en países emergentes.
También ha firmado un préstamo sindicado verde por importe de 500 millones de euros con la cobertura de Cesce junto con ICO, Sabadell y HSBC. Este préstamo, que cuenta con un plazo de amortización de 15 años, contribuyó a reforzar la diversificación de las fuentes de financiación de Iberdrola.
A finales de diciembre de 2023, la compañía firmó también su mayor línea de crédito de la historia por 5.300 millones de euros con 33 entidades bancarias internacionales. El coste de esta operación se situó en los niveles más competitivos para Iberdrola, con precios similares a los de 2019 y la operación fue sobresuscrita en más de un 40%.
Esta estrategia financiera complementa y fortalece el histórico plan de inversiones puesto en marcha por la compañía en marzo de 2024, en el que anunciaba la inversión de 41.000 millones de euros entre 2024 y 2026, con el objetivo de impulsar la electrificación de la economía, con un fuerte impulso a las redes eléctricas y las renovables.