Irlanda ha puesto fin este viernes al recuento de las elecciones europeas después de cinco días de escrutinio debido a un complejo sistema electoral basado en preferencias y, según los resultados finales, han ganado los dos principales partidos de la coalición de Gobierno, el Fine Gael y el Fianna Fáil, que se engloban en el Parlamento Europeo dentro de las familias ‘popular’ y liberal, respectivamente.
Ambos partidos han obtenido cuatro escaños cada uno en la Eurocámara, con una diferencia de únicamente 0,35 puntos porcentuales, ya que el Fine Gael se ha hecho con el 20,79 por ciento y el Fianna Fáil con el 20,44 por ciento. Sin embargo, este último ha duplicado su presencia, mientras que el partido del primer ministro, Simon Harris, ha perdido un asiento respecto de los comicios de 2019.
Por detrás se encuentra el partido de la oposición de centroizquierda Sinn Féin, que se ha hecho con dos eurodiputados, mientras que en la anterior legislatura tenía uno. El Partido Laborista ha conseguido un escaño, Irlanda Independiente ha reclamado otro y dos candidatos independientes no alineados con ningún partido ocupan los dos restantes, según el diario ‘Irish Times’.
Irlanda, que también celebró el domingo elecciones locales, se divide en tres circunscripciones: Midlands-Noroeste y Sur, que reparten cinco eurodiputados cada una, y Dublín, para el que están reservados cuatro. El reparto es proporcional, pero no deriva de un único escrutinio, sino que implica habitualmente varios sucesivos, y no es ininterrumpido, ya que se suspende por la noche.
Esto es así porque el votante no tiene por qué marcar a un único candidato, sino que puede establecer una clasificación en función de sus preferencias, de tal manera que los aspirantes como menos apoyos vayan siendo eliminados según van avanzando las rondas.