El piloto de rally Isidre Esteve y su copiloto Txema Villalobos (Repsol Toyota Rally Team) regresaron del Rally Dakar 2023 con el 34º puesto absoluto en coches pese a una avería eléctrica que les apartó del objetivo de estar entre los 20 mejores, algo que intentarán lograr en el Dakar 2024.
«Intentarlo, luchar por ello, tratar de conseguir esa superación, es por lo que merece la pena volver a casa y decir ‘he hecho todo lo que he podido’, y esto creo que tenemos que contarlo como un éxito. Por eso, ahora ya estoy pensando en qué tenemos que hacer para volver más fuertes en 2024 y volver a intentarlo», aseguró en declaraciones facilitadas por su equipo.
Para el piloto catalán, la palabre clave tras este Dakar es «competir», tras una edición en la que siente que de verdad pudo competir con el resto de coches, contra «los mejores». «Eso para mí, lo vale todo. Porque es lo que me permite seguir con mi vida deportiva con normalidad, sabiendo que sí, de acuerdo, voy en silla de ruedas, pero tomo la salida de cada etapa igual que los primeros con un coche muy similar y tan competitivo como el suyo», celebró.
«Luego, ellos son capaces de ganar etapas y mi objetivo es otro. Para mí, ganar es estar en la carrera, competir de igual a igual con las mismas posibilidades sobre el papel, tratar de superar a los otros pilotos que están a mi alrededor en la clasificación y tratar de superarme a mí mismo», reconoció.
Y es que el objetivo de Isidre Esteve en este Rally Dakar 2023 era ambicioso, pero factible: mejorar el 21º puesto que logró en 2018 y 2019 y acabar entre el Top 15 y el Top 20. Al final, se ha tenido que conformar con el 24º lugar entre los coches como el suyo (de la categoría T1) y el 34º absoluto.
«Íbamos muy bien para conseguirlo. Habíamos trazado una estrategia para ir de menos a más, con una primera semana en la que era clave que no nos pasara nada que nos retrasara en exceso, para atacar en la segunda en la arena, donde sabíamos que nuestro Toyota Hilux T1+ podía darnos muchas alegrías», argumentó.
No obstante, la avería eléctrica que sufrió en lo alto de una duna a tres días del final les hizo perder tres horas y media. «Desmontó nuestros planes, y nos quedamos sin ese premio del resultado que para todo el equipo, y para mí, era muy merecido, después de todo el trabajo que llevamos haciendo estos años», valoró.
«Éste ha sido mi decimoctavo Dakar, el octavo en coches, y el séptimo que hago con la intención de estar lo más arriba que pueda junto a Repsol, MGS Seguros, KH-7 y, desde hace tres años, con el apoyo también de Toyota España», concluyó.
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