Israel modifica su postura y dice que no pedirá la expulsión de colonos del asentamiento de Homesh

Israel modifica su postura y dice que no pedirá la expulsión de colonos del asentamiento de Homesh

El Gobierno de Israel ha cambiado este lunes su postura sobre el asentamiento de Homesh, situado en Cisjordania, y ha afirmado que ya no pedirá la expulsión de los colonos que residen en el mismo, en un giro respecto a la decisión del anterior Ejecutivo.

Según las informaciones recogidas por el diario israelí ‘Haaretz’, el nuevo Gobierno de Benjamin Netanyahu, integrado por varios partidos ultraortodoxos y ultraderechistas, ha trasladado al Tribunal Supremo este cambio de postura y ha anunciado que busca cambiar una ley que prohíbe que israelíes residan en el lugar.

Precisamente este lunes el Tribunal Supremo de Israel ha emitido un requerimiento en el que da un plazo de 90 días al Gobierno para explicar por qué no derriba la escuela talmúdica de Homesh y por qué no toma las medidas necesarias para proteger los derechos de los palestinos dueños legítimos de estas tierras, responsables del recurso judicial.

Homesh fue levantado en tierras privadas palestinas y fue evacuado en un inicio junto a otros tres asentamientos cuando Israel se retiró de la Franja de Gaza en 2005 tras aprobarse una ley que impedía la entrada al lugar de israelíes sin un permiso especial, lo que no ha evitado que colonos se hayan asentado en la zona.

Las autoridades israelíes habían defendido hasta ahora que los colonos debían retirarse, si bien representantes del nuevo Ejecutivo han trasladado al tribunal que esta postura cambiará, en línea con el acuerdo de coalición entre el Likud y Sionismo Religioso, que contempla la enmienda de dicha ley para legalizar el asentamiento.

Todos los asentamientos israelíes en Cisjordania son considerados ilegales según el Derecho Internacional, si bien las autoridades de Israel diferencian entre aquellos a los que han concedido permiso y aquellos a los que no.

A raíz de la muerte de Yehuda Dimentman, un estudiante de una escuela religiosa judía a la que el Ejército permitió operar ilegalmente en Homesh, en un ataque ejecutado en diciembre de 2021 cerca del asentamiento, el exministro de Defensa israelí Benjamin Gantz ordenó que no se derribaran las estructuras levantadas en el lugar y el despliegue de militares para garantizar la seguridad.

El lugar fue escenario el año pasado de un repunte de las tensiones a causa de varios ataques perpetrados por colonos contra palestinos residentes en la cercana ciudad de Burqa. El exviceministro de Economía de Israel Yair Golan llegó a tildar a los colonos residentes en el lugar de «subhumanos», desatando una oleada de críticas.

Netanyahu ya adelantó la semana pasada al presentar las principales líneas políticas de su Gobierno que «el pueblo judío tiene derecho exclusivo e incuestionable a todas las áreas en la Tierra de Israel» y que impulsará la expansión de los asentamientos en Cisjordania.

El nuevo primer ministro de Israel destacó que «el Gobierno promoverá y desarrollará asentamientos en todas las partes de la Tierra de Israel: Galilea, el Neguev, los Altos del Golán, Judea y Samaria –nombre bíblico de Cisjordania–«. La Autoridad Palestina ya ha advertido del impacto de estas decisiones sobre el proceso de paz y la viabilidad de alcanzar una solución de dos estados.


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