Firmas de polvo procedentes del sur de África -más concretamente, de la costa de Namibia- se han encontrado en el sector atlántico del Océano Austral y en la periferia de la meseta antártica oriental.
Hasta hace poco, se creía que el sur de Sudamérica era la principal fuente del polvo que aterriza en la Antártida. Las partículas finas, o aerosoles, suelen ser transportadas largas distancias por la circulación atmosférica.
Este polvo procede sobre todo de zonas desérticas donde el suelo es erosionado por el viento. Su origen nos da información sobre la composición atmosférica, los cambios climáticos y la dirección del viento.
Sin embargo, un estudio reciente publicado en Communications Earth & Environment informa de polvo en la Antártida que vino de África hace miles de años.
El geomorfólogo James King, profesor del departamento de geografía de la Universidad de Montreal, formó parte del equipo de investigación que rastreó el viaje de estas partículas desde su región de origen hasta su destino final.
«Este descubrimiento nos ayuda a comprender las corrientes de viento en distintos periodos climáticos», afirma King en un comunicado. «Hasta ahora, no sabíamos hasta qué punto las corrientes de aire soplaban hacia el sur de la Antártida. Ahora, tenemos pruebas de que los vientos Berg, que son vientos catabáticos causados por las diferencias de temperatura entre el océano y el continente africano, levantan polvo y lo transportan hacia el sur durante los períodos áridos.»
Para realizar este descubrimiento, el equipo de investigadores utilizó métodos e instrumentos muy sofisticados.
Cuando el polvo es levantado por el viento, permanece suspendido en la atmósfera hasta que se dan las condiciones físicas y químicas adecuadas para que caiga a tierra. Parte de ese polvo depositado queda «archivado» en lugares como núcleos de hielo, lechos marinos y turberas.
King y su estudiante de máster Amélie Chaput recogieron muestras de sedimentos en cuatro zonas de la costa de Namibia. Mientras tanto, sus colegas se desplazaron a la Antártida para tomar muestras de testigos de hielo.
A continuación, el equipo realizó una caracterización geoquímica e isotópica de los sedimentos recogidos en ambos continentes. Se analizaron la composición química y las propiedades del polvo para comparar las dos regiones.
«Así que no capturamos polvo en la Antártida, estrictamente hablando, sino más precisamente la firma isotópica del polvo africano», explicó King. «El análisis confirmó que Namibia ha tenido un impacto mucho mayor de lo que se pensaba; es la segunda o tercera fuente de polvo del hemisferio sur, después de Sudamérica».
El análisis de las partículas de polvo archivadas en los núcleos de hielo también reveló que sus orígenes han variado en los distintos periodos climáticos. Las partículas de polvo de Namibia encontradas en la Antártida se depositaron durante periodos interglaciares como el Holoceno, la era geológica que comenzó hace unos 12.000 años.
«Ya sabíamos que el Holoceno fue un periodo en el que las elevadas temperaturas y la evapotranspiración provocaron un aumento de la aridez y la expansión de la vegetación desértica en el sur de África», afirma King. «Nuestro estudio más reciente confirma la existencia de condiciones similares a la sequía durante los periodos interglaciares, en particular el Holoceno».
Deja una respuesta