La causa por presunto encubrimiento de abusos contra el papa emérito Benedicto XVI sigue abierta por ahora, a pesar del fallecimiento del expontífice, según ha afirmado un funcionario judicial.
«Es cierto que, en principio, se produce una interrupción con la muerte de una de las partes», ha indicado la portavoz del Tribunal Regional de Traunstein, en Baviera, Andrea Titz, citando el código de derecho civil de Alemania. Si bien, ha puntualizado que «en el presente caso, sin embargo, esto no se aplica, ya que el difunto fue representado por un abogado».
Joseph Ratzinger, fallecido el 31 de diciembre a los 95 años, tenía intención de defenderse de las acusaciones y había contratado a un bufete de abogados para que lo representara en el proceso. Titz ha precisado que el agente de litigios podría solicitar una suspensión de los procedimientos hasta que se aclare quiénes son los herederos de Ratzinger, pero no ha podido decir si se realizará tal solicitud.
Las investigaciones comenzaron tras la denuncia, el verano pasado, de un hombre que decía haber sufrido abusos sexuales por parte de un sacerdote, cuando era menor, en las décadas de 1970 y 1980, en Alemania.
La demanda no solo se dirige contra Ratzinger, que era arzobispo de Munich y Freising en el momento en que el abusador fue trasladado a su diócesis, sino también contra el mismo condenado, la archidiócesis, así como contra el sucesor de Ratzinger en el cargo de arzobispo, el cardenal Friedrich Wetter.
Uno de los objetivos de la demanda es conocer si los funcionarios diocesanos encubrieron actos delictivos. «La demanda continuará con el heredero o los herederos del difunto», ha dicho a DPA el abogado del demandante, Andreas Schulz.
La Iniciativa Sauerteig, un grupo formado a raíz de las revelaciones de abusos en instituciones católicas de Alemania, que apoya al demandante, ha expresado su pesar pues considera que ahora es poco probable que el papel de Benedicto XVI en la causa sea tratado legalmente.
«Al aclarar su responsabilidad ante un tribunal secular, podría haber dado un paso significativo para el futuro de la Iglesia Católica», ha señalado el grupo en un comunicado. «El hecho de que el papa emérito ahora ya no pueda prestar este servicio a su Iglesia es probablemente parte de la tragedia de su vida», ha añadido.
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