Rubén Múgica, hijo del histórico dirigente socialista y abogado Fernando Múgica, asesinado por ETA, ha criticado a «los del cuento», a los «pomposos» que dicen que las víctimas del terrorismo deben «pasar página» y, en nombre de su familia, ha advertido de que «no cuenten» con ellos. En este sentido, ha reprochado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que «teja alianzas estables con los herederos de los criminales».
Múgica ha afirmado que, «pasar página, como engañosamente proponen, no te lleva a ninguna otra, sino al éxodo personal: te desprendes del pasado, y resulta que no tienes nada por delante».
«Pasas página y al día siguiente te encuentran tomando el aperitivo con un tal Arnaldo. Pasas página y acabas diciendo y oyendo naderías: démonos la mano, todos tenemos algo de culpa, no debe repetirse, lamentamos el daño causado y blablabá. Para cuando te has dado cuenta, la ronda la pagas tú», ha manifestado.
Múgica ha realizado estas afirmaciones en la ofrenda floral que el PSE-EE de Guipúzcoa ha organizado este sábado en el cementerio de Polloe de San Sebastián en recuerdo de Fernando Múgica, cuando se cumplen 27 años de su asesinato a manos de ETA.
En el acto han estado presentes, además de Rubén, los otros dos hijos de Múgica, José María y Fernando, su viuda Mapi de las Heras, y sus nietos Claudia y Jorge. En el homenaje también ha tomado la palabra el exdirigente socialista Nicolás Redondo Terreros, amigo de la familia.
Asimismo, se han acercado hasta el cementerio donostiarra el secretario general del PSE de Guipúzcoa, José Ignacio Asensio, las tenientes de alcalde del Ayuntamiento de San Sebastián Nekane Arzallus (PNV) y Marisol Garmendia (PSE), el subdelegado del Gobierno en Guipúzcoa, Guillermo Echenique, el exdiputado general de Guipúzcoa, el jeltzale Román Sudupe, o Adolfo Suárez Illana, hijo del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez y ex diputado del PP, entre otros.
En su intervención, Rubén Múgica ha destacado que la frialdad del cementerio donostiarra «se agudiza por sí sola, pues aquí no hay metáforas, sino cadáveres agujereados por el plomo de los predicadores de identidades». Así, ha subrayado que ETA fue «basura» y que «ninguna mente preclara la dirigía, ni a sus integrantes guiaban elevados ideales».
«Sólo aldeanos embrutecidos, borrachos de sí mismos. Lo siguen siendo: no hay más que ver la chulería que exhiben cuando los suyos los reciben al salir de prisión», ha sostenido.
En esa línea, ha recordado al edil del PP Gregorio Ordóñez, también asesinado por ETA y enterrado a unos metros de Fernando Múgica, y se ha dirigido a «los sectarios que creen que la política exige fe ciega en las siglas de los partidos» para decirles que su padre y Ordóñez «tan distantes en siglas e ideologías, se respetaron mutuamente». También ha querido recordar a Enrique Casas, Ángel Mota, o Francisco Javier Gómez Elósegui y «a tantos asesinados, enterrados aquí».
Rubén Múgica ha recordado el asesinato de su padre con un tiro en la nuca hace 27 años y como sus hijos tuvieron que llevar escolta policial durante 16 años. «Entonces, el Partido Socialista se volcó con nosotros», ha apuntado, para incidir que «no es lo mismo volcarse que volcar».
«Esto último queda reservado para los conscientes desmemoriados que tejen alianzas estables con los herederos de los criminales. Entre alianza y alianza se han dejado el pudor. No basta con proclamar que se es centenario», ha manifestado.
De este modo, ha subrayado que «cuando te entregas al nacionalismo, catalán o vasco, estos logran su objetivo: los territorios provocan españoles de primera y de segunda». «Adiós al sagrado principio de igualdad, vértice de nuestra democracia. Esa es su responsabilidad, que no se diluye llamando fascistas a los demás, como acostumbran», ha aseverado.
Tras especificar que estas palabras están dirigidas al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, y a su «corte de aduladores, nada refinados», ha querido aclarar que, «antes de que algún tertuliano a sueldo me llame facha», sus cuatro abuelos «fueron republicanos». «Si a ellos les falta alguno, se lo presto», ha añadido.
«La parte española de mi familia fue perseguida por Franco. La parte judía de mi familia fue exterminada en las cámaras de gas de Auschwitz, y a mi padre le pegaron un tiro, unos fanfarrones compendio del mal: totalitarios, violentos y racistas», ha destacado.
Múgica también ha incidido en que San Sebastián es «la ciudad de España más castigada por ETA» y ha citado a José María Calleja para señalar que la capital guipuzcoana «es una inmensa tarta, llena de sangre». «Oleadas de turistas visitan la ciudad y entre foto y foto se topan con placas en las aceras», ha apuntado para insistir en que ha habido 94 asesinados en la ciudad.
Finalmente, ha recordado un encuentro con un «jerarca del nacionalismo vasco» que le aseguró que «no hay mejor autoprotección que tener el pico cerrado», al tiempo que ha asegurado que «la mejor autoprotección no pasaba ni pasa por tragar ni callar, sino por denunciar. Denunciar públicamente a los asesinos y al régimen nacionalista que los cobijó, y que aún hoy procura la ventaja de los criminales, gracias a la transferencia de prisiones, entregada a cambio de votos, seis en concreto».
«Denunciar públicamente la insolidaridad de quienes callaban y desviaban su mirada mientras sonaban disparos y explosiones, y que aún hoy, temerosos, miden sus palabras cuando se habla del crimen organizado. Tal era y es la mejor autoprotección: la denuncia pública. Vacuna frente a una paz que, de tanto manoseo tramposo, nació vacía y sin porvenir; pues en Euskadi nunca ha habido una guerra, y sí una persecución totalitaria tramada contra ciudadanos indefensos», ha concluido.
«INTOLERANCIA»
Por su parte, Claudia, nieta de Fernando Múgica, ha afirmado que «nadie quiere por imposición enterrar a un ser querido» ni llegar a «los extremos ideológicos que conducen aquí». Así, ha pedido a la sociedad que no se deje «arrollar por mensajes sectarios e identitarios de intolerancia».
«En este país tenemos, lamentablemente, tendencia a la polarización ideológica, con un problema añadido, que se nos olvidan sus consecuencias demasiado rápido», ha afirmado, al tiempo que ha considerado que «es cínico, hipócrita y absurdo forzar los extremos como lo ha hecho el nacionalismo vasco durante tantas décadas» y ha asegurado que seguirán «relatando y recordando» lo que el terrorismo de ETA «nos ha obligado a sufrir».
«EDAD DE ORO DEL PSOE»
Por su parte, Nicolás Redondo Terreros ha considerado que Fernando Múgica fue «un antídoto contra los totalitarios» y perteneció a la «edad de oro del PSOE, la mejor época del socialismo español» junto a otros como su padre, Nicolás Redondo, ‘Txiki’ Benegas o Enrique Casas.
Tras resaltar que «no sucumbió a la influencia de los nacionalismos ni estuvo secuestrado por los populismos», ha señalado que los que le asesinaron «nunca, ni hoy en día, han reconocido el crimen político y moral que supuso». «Son legales pero no son normales y un país decente no puede depender de personas y partidos que no han hecho el camino de la rectificación política y moral», ha finalizado.
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