Cada mañana supone un nuevo comienzo, un ritual que nos prepara para el resto del día. Desde las personas que se levantan con la hora justa, hasta las que lo hacen llenas de vitalidad y con tiempo para hacer deporte, pasando por las que prefieren disfrutar del desayuno con calma y en silencio, nuestra rutina al despertarnos dice mucho de nosotros y de nuestra relación con el tiempo.
Y así lo refleja el «Estudio Kellogg’s: cómo nos vemos por la mañana« sobre los hábitos matinales en España. Un informe -realizado por Metroscopia entrevistando a 800 personas- que revela que existen al menos cinco perfiles de personas en función de su despertar que, es innegable, determina su forma de desayunar. Y es que el desayuno no es sólo cuestión de alimentarse, también es una experiencia emocional.
Cuando se pregunta por el perfil con el que más se identifican por su forma de desayunar, gana el «amante del silencio» con el 39%, seguido del «disfrutón» que desayuna con calma, saboreando cada bocado y que muchos fines de semana se deleita con un buen brunch. Mientras, un 17% declara que se ve reflejado con el «lleno de vitalidad», incorporando a su rutina matinal el ejercicio y tomando un desayuno completo para comenzar bien el día. Por otra parte, un 15% de los encuestados se identifican con el perfil «estresado», que se agobia pensando en el día que tiene por delante mientras desayuna revisando las tareas del día. Y por último, con un 6% de la población, encontramos al «caótico», que se levanta con la hora justa, desayuna de camino a la oficina o incluso se salta el momento del desayuno.