La gobernadora de Oregón, la demócrata Kate Brown, ha conmutado este miércoles las sentencias de muerte de 17 personas por cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, recalcando que la pena capital «no puede ser y nunca ha sido administrada de manera justa y equitativa».
«Durante mucho tiempo he creído que la justicia no se promueve quitando una vida, y el estado no debería involucrarse en el negocio de ejecutar personas, incluso si un crimen terrible los envió a prisión», ha defendido Brown.
«A diferencia de las conmutaciones anteriores que he otorgado a personas que han demostrado un crecimiento y rehabilitación extraordinarios, esta conmutación no se basa en ningún esfuerzo de rehabilitación por parte de las personas en el corredor de la muerte. En cambio, refleja el reconocimiento de que la pena de muerte es inmoral», ha ahondado en un comunicado difundido este martes a los medios.
Brown también ha recordado «el dolor y la incertidumbre» de las víctimas que esperan durante décadas mientras quienes se encuentran en el corredor de la muerte se encuentran sin una resolución definitiva, sobre todo en aquello estados con moratoria en las ejecuciones. «Mi esperanza es que esta conmutación nos acerque un de manera efectiva a poner fin a estos casos», ha explicado Brown.
Se trata presumiblemente de la última vez que Brown –quien ejerce como gobernadora desde 2015– recurra a su poder legal de impartir clemencia antes de dejar el cargo el próximo 9 de enero de 2023 cuando sea sustituida por la gobernadora electa, también demócrata, Tina Kotek.
Oregón es uno de los 27 estados en territorio estadounidense en los que todavía se aplica este tipo de castigo, vigente aquí desde el siglo XIX, aunque a lo largo de la historia se ha ido aboliendo y restaurando varias veces, la última en 1984, pero solo se ha aplicado en dos ocasiones, en septiembre de 1996 y mayo de 1997.
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