Naciones Unidas ha informado este miércoles de la muerte de tres trabajadores humanitarios en Sudán del Sur, exigiendo el fin de los ataques contra los mismos.
«2023 acaba de comenzar y la comunidad humanitaria en Sudán del Sur ya ha perdido a tres de sus trabajadores de primera línea de Sudán del Sur», ha afirmado el coordinador humanitario interino de Sudán del Sur, Peter Van der Auweraert.
«Estas personas dedicaron sus vidas a ayudar a los suyos y pagaron el precio más alto por ello. Muy triste», ha lamentado a través de su perfil en la red social Twitter.
Auweraert, asimismo, ha instado «a las autoridades pertinentes a que restablezcan el orden y protejan a los civiles, incluidos el personal y los bienes humanitarios».
«El personal humanitario trabaja incansablemente para prestar asistencia humanitaria vital a las personas más vulnerables, como mujeres, niños y ancianos, y los ataques contra él son totalmente inaceptables y deben cesar», ha asegurado, según un comunicado de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
El organismo internacional recuerda que Sudán del Sur es uno de los lugares más peligrosos para los trabajadores humanitarios, donde nueve trabajadores humanitarios murieron en el cumplimiento de su deber en 2022, en comparación con cinco en 2021. Desde que comenzó el conflicto en 2013, 141 trabajadores humanitarios, predominantemente sursudaneses, han perdido la vida mientras brindaban asistencia humanitaria a las personas.
La ONU ha explicado que el 2 de enero se produjo un ataque, por parte de hombres armados, en la región de Abyei, en disputa entre Sudán y Sudán del Sur, donde dos trabajadores y varios civiles murieron, mientras que muchas personas resultaron heridas.
Después, el 7 de enero, personas no identificadas mataron a un tercer trabajador humanitario «mientras custodiaba bienes de socorro en el estado de Jonglei», en el centro de Sudán del Sur.
El estatus de Abyei quedó en suspenso cuando Sudán del Sur declaró su independencia en el año 2011 y sigue siendo uno de los principales focos de conflicto entre ambos países por su importancia geoestratégica y sus reservas energéticas. La región se encuentra bajo la administración de la Fuerza Provisional de Seguridad de Naciones Unidas para Abyei (UNISFA) hasta que se resuelva la disputa.
En principio, el futuro de la región debería haberse dilucidado según un referéndum estipulado en los históricos acuerdos de paz de 2005, que desembocaron en la independencia de Sudán del Sur, si bien los dgok dinka han imposibilitado el plebiscito al rechazar sin paliativos la participación de los nómadas miseriya en la consulta.
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