La Policía de Memphis ha confirmado el despido del sexto de sus agentes involucrados en la muerte del joven afroamericano Tyre Nichols, detallando que una investigación interna ha demostrado que violó múltiples políticas departamentales durante la detención, incluida las normas de conducta personal y de veracidad.
Preston Hemphill, que llevaba en el cuerpo desde 2018, fue despedido el pasado 30 de enero, después de que fuera visto en las imágenes de las cámaras corporales de los policías disparando con un táser a Nichols mientras se le escuchaba decir: «Espero que le pisoteen el trasero», ha informado CNN.
El abogado de Hemphill, Lee Gerald, confirmó a principios de esta semana que su cliente era el oficial blanco captado en un vídeo en el que se le ve disparando un táser. No obstante, no estuvo en la segunda escena, donde cinco policías negros golpearon brutalmente al joven con puñetazos, patadas y golpes de porra.
Así, la División de Servicios Médicos de Emergencia de Tennessee ha anunciado la suspensión a dos de sus trabajadores después de que no brindaran atención y tratamiento de emergencia la noche en que Nichols se encontró con la Policía.
La división de servicios médicos ha relatado que Robert Long y JaMichael Lamar Sandridge no brindaron atención básica de emergencia durante 19 minutos a pesar de que Nichols «mostraba signos claros de angustia, como la incapacidad de permanecer sentado y acostarse boca abajo en el suelo varias veces», según recoge la citada cadena.
Nichols, de 29 años, fue hospitalizado el 7 de enero en estado crítico y falleció tres días más tarde tras ser interceptado por una patrulla de tráfico. Los vídeos difundidos dan muestra de los golpes infligidos por los policías sobre este joven, al que llegaron a propinar también descargas eléctricas.
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