El jefe de la Policía del Capitolio de Estados Unidos (USCP), Tom Menger, ha admitido este lunes la posibilidad de un nuevo asalto como ocurrió el 6 de enero de 2021, a pesar de que ha destacado las medidas implementadas para mejorar la respuesta a un incidente de este calibre.
«A medida que nos acercamos al segundo aniversario de uno de los días más oscuros en la historia de nuestra nación, debemos responder a esta pregunta crítica: ‘¿Podría volver a ocurrir el 6 de enero?’», ha expresado el jefe de la Policía del Capitolio.
«Con el estado polarizado de nuestra nación, se podría intentar nuevamente un ataque como el que sufrió nuestro Departamento», ha reconocido el agente de Policía, que ha añadido que «si sucede lo impensable», las autoridades estarán «listas».
Menger ha relatado que la USPD ha «estado trabajando día y noche para implementar más de 100 mejoras significativas», gracias al apoyo del Congreso.
Así, ha explicado que la situación actual es «claramente mejor que antes del ataque de 6 de enero», mientras que ha destacado que «todavía queda trabajo por hacer».
«El clima de amenazas actual, particularmente contra los funcionarios electos, requerirá una vigilancia continua y más intensa. Haremos todo lo posible para cumplir con nuestra misión de proteger a los miembros del Congreso, el complejo del Capitolio y el proceso legislativo», ha concluido.
El jefe de Policía ha detallado las medidas adoptadas, entre las que destacan la incorporación de un nuevo director de Inteligencia o la capacidad de la Unidad de Disturbios Civiles. El Congreso aprobó una legislación para permitir al jefe de la USCP que declare un estado de emergencia y contar con la participación de la Guardia Nacional.
Asimismo, a partir de ahora se requerirá una preparación de planes de acción de incidentes detallado que establezca las responsabilidades de los oficiales que participen en manifestaciones y eventos.
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