El alojamiento, la escolarización de los hijos, la familia, la interacción social y el propio trabajo han sido los aspectos que Magdalena y Chris O’Neil han querido tener cerrados antes de la mudanza, según el medio sueco Svensk Damtidning. Pero entre todo ello, lo principal ha sido la educación de sus hijos, todos ellos en edad escolar. La idea principal de la pareja real es que los menores acudan a la escuela privada Carlssons, un centro muy exclusivo donde estudiaron la princesa Magdalena y sus hermanos; aunque tienen una segunda opción: Campus Manilla, donde ahora mismo estudiando los hijos de la princesa Victoria: la princesa Estelle y el príncipe Oscar.

Por otro lado, queda el lugar en el que residirán y adonde están preparando la mudanza que, lejos de relajarse, se ha hecho más complicada en los últimos meses, una de las razones por las que la familia habría retrasado la fecha que en un principio manejaban para trasladarse a Suecia. La familia vivirá en los antiguos establos de la corte al lado del Palacio Real, donde solían quedarse cuando estaban de visita en el pasado. La zona ha sido renovada del todo transformando cinco habitaciones en siete con todo lujo de detalles y amplios espacios, lo que ha tenido un coste de cerca de 5 millones de coronas suecas, según la prensa local.

Además, Magdalena ha querido dejar claro que quiere tener más vida social con su familia, y es que este podría haber sido el punto que ha hecho que la princesa quiera volver a su país. Según el diario Svensk Damtidning, se encontraba cansada de su «jaula de oro» en Florida, por ello no es de extrañar que una de las condiciones ha sido precisamente poder tener vida social con su familia y sus amigas de la infancia a quienes no ha podido ver asiduamente desde que se mudó.

Finalmente, la princesa cuenta ya con un trabajo esperándola en Suecia: la Fundación Mundial de la Infancia de la Reina Silvia. Ella misma fundó este organismo en 1999 pero desde su propia ubicación en Florida.