La reina Sofía ha visitado la capital alavesa para conocer de cerca la realidad y el funcionamiento del Banco de Alimentos de Álava y tener un encuentro con los voluntarios de esta organización del tercer sector, ubicada en el polígono industrial de Júndiz de Vitoria-Gasteiz, cuyo objetivo es recuperar alimentos para beneficio de los colectivos de personas necesitadas.
A su llegada, Doña Sofía ha sido recibida por la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa; el diputado general de Álava, Ramiro González; la alcaldesa de Vitoria-Gasteiz, Maider Etxebarria; y el presidente del Banco de Alimentos de Álava, Daniel Fernández.
El encuentro se ha producido, en representación de la Fundación Reina Sofía, de la que la reina es presidenta ejecutiva, con el propósito de «conocer de cerca la realidad» de esta asociación alavesa y su funcionamiento, «en un momento tan delicado socialmente».
Tras su llegada, a las 16.37 horas, Sofía ha mantenido una reunión, de unos cuarenta minutos de duración, con las autoridades, responsables de la Asociación Banco de Alimentos de Araba y representantes de la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal), con motivo de «su implicación y colaboración con los bancos de alimentos de toda España».
Posteriormente, ha recorrido las instalaciones del Banco de Alimentos de Álava, donde ha departido con varios de sus voluntarios, quienes le han explicado la forma de almacenar los alimentos y le han enseñado cómo cargan una furgoneta con la comida dispuesta para su reparto.
Sofía ha finalizado su visita a las instalaciones, en las que ha permanecido fotografiándose con el personal voluntario de la asociación; así como con los representantes de la Federación Española de Bancos de Alimentos y las autoridades, en un encuentro cercano a las dos horas de duración.
5.000 PERSONAS
El Banco de Alimentos de Araba atiende a unas 5.000 personas en la actualidad y unas 1.500 familias, personas contrastadas por los servicios sociales que están en situación de pobreza y que «el poco dinero que pueden recibir lo destinan al pago del alquiler de la vivienda y de las facturas que esta genera, y no les llega para comprar comida».
Asimismo, atiende a «muchas más personas ocultas», fundamentalmente de avanzada edad, que «viven solas y que por vergüenza u otra circunstancia, pasan hambre» y a las que fue encaminada la última recogida que llevo a cabo la asociación, a finales del pasado año 2023.
Concretamente, se fijó el objetivo de alcanzar los 40.000 kilos de productos alimenticios, 140.000 euros en bonos de supermercados y 75.000 euros en donaciones directas, unos propósitos que «se lograron cumplir».
Aún así, según los datos que facilitó la asociación, la campaña de recogida fue un 10% inferior a la del 2022, por lo que apeló a la sociedad a «movilizarse frente el escenario actual de pobreza que se vive en nuestro país, a causa de las secuelas de la crisis sanitaria y la actual económica».
La inflación y la consecuente subida de precios golpeó a su labor solidaria en el Territorio y el Banco de Alimentos de Álava se ha visto obligado a reducir los productos básicos que ofrece a las personas necesitadas, limitando la entrega de productos básicos como huevos, patatas, leche, carne, aceite y frutos secos, entre otros.
Su presidente ha apelado a la sensibilidad y solidaridad de la sociedad alavesa para afrontar «este momento tan delicado socialmente» y poder ofrecer un sustento básico alimenticio, así como productos perecederos a la población en riesgo de exclusión social.