La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA) ha suspendido este sábado su trabajo en Rafá después de que el Ejército israelí haya entrado en la ciudad más meridional de la Franja de Gaza, y se ha trasladado a Jan Yunis, también en el sur del enclave palestino.
«La UNRWA ha tenido que interrumpir los servicios sanitarios y otros servicios críticos en Rafá. Ahora estamos trabajando desde Jan Yunis y áreas del centro donde viven 1,7 millones de personas», ha anunciado en la noche del sábado su comisionado general, Philippe Lazzarini, en la red social X.
El jefe de la organización humanitaria ha informado de que «todos» sus 36 refugios en Rafá, «donde la gente debería estar protegida en todo momento bajo la bandera de la ONU», están vacíos. Asimismo, ha recordado que más de un millón de personas –en su mayoría desplazadas– se han visto obligadas a huir de este lugar donde se agolpaban 1,4 millones de personas, desde que a principios de mayo las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) iniciaron un asalto a gran escala.
La Agencia ha reanudado sus operaciones en Jan Yunis, «a pesar de los daños sufridos por todas (sus) instalaciones» por el Ejército israelí, que dio por terminada la ofensiva el pasado mes de abril.
Por otra parte, la UNRWA ha denunciado que en las últimas tres semanas apenas ha podido recoger «algo menos de 450 camiones», a pesar de que se necesitan «al menos 600 camiones diarios de suministros» y de que el combustible «escasea». Según Lazzarini, solo necesitan que «las autoridades israelíes den luz verde» para que los equipos de la UNRWA puedan recogerlo.
«La destrucción traerá más destrucción, más dolor, más rabia y más pérdidas para palestinos e israelíes. Todas las miradas están puestas en la propuesta de poner fin a esta guerra mediante un alto el fuego, la liberación de todos los rehenes y un flujo sustancial y seguro de los suministros que Gaza necesita urgentemente», ha concluido Lazzarini.