El presidente del Cabildo de Lanzarote, Oswaldo Betancort, ha anunciado que la Corporación dará los primeros pasos para explorar fórmulas de colaboración, tanto con instituciones públicas como con entidades privadas y fundaciones, con el objetivo de garantizar la conservación del mural que César Manrique realizó en 1954 en la calle Santa Cruz de Marcenado, en Madrid.
«Es un deber velar por el legado patrimonial y artístico de César Manrique, no solo en Lanzarote, sino en cualquier parte del mundo donde su obra corra peligro de desaparición. Queremos abrir vías de colaboración para garantizar que este mural situado a pie de calle, parte de la memoria artística de España, reciba la atención que merece», señaló.
Betancort, que también es consejero de Patrimonio Histórico, explicó que la iniciativa contempla el envío de un escrito oficial al Ayuntamiento de Madrid para interesarse formalmente por el estado actual de la obra y conocer de primera mano las posibilidades existentes para su conservación y protección.
Por su parte, la obra sufre un estado de abandono y se ha visto agravada con el paso de los meses. La publicidad adherida a la cerámica, pintadas y un deterioro visible en la parte inferior de la fachada del edificio amenazan con borrar un capítulo esencial del legado de Manrique en la capital española.
Con todo, el presidente del Cabildo insistió en la relevancia histórica y patrimonial de esta obra, que refleja el inicio de la modernidad artística en la España de los años 50, y reiteró su compromiso de estudiar todas las posibilidades, incluida la eventual reubicación del mural en la isla, siempre que se valore como la opción más adecuada para su conservación.
«El legado de Manrique trasciende fronteras y es responsabilidad de todos preservarlo. Lanzarote está dispuesta a implicarse de forma activa para evitar que se pierda una parte esencial de nuestra historia común», concluyó.