La familia del duque de Castro, de actualidad por la relación que mantiene su hija la princesa Maria Chiara de Borbón-Dos Sicilias con el príncipe Christian de Dinamarca, futuro heredero del trono danés, vive durante una parte del año en Saint Tropez, el enclave más exclusivo de la Costa Azul.
Allí los Borbón-Dos Sicilias están ejerciendo este verano de anfitriones de varios miembros de la realeza europea, unidos a ellos por relaciones de parentesco o de amistad.
“Verano con los primos”, escribía ayer en Instagram la princesa Carolina, hija mayor del duque de Castro, junto a una serie de fotografías en las que se las podía ver a ella y a su hermana Chiara disfrutar de una comida con los tres hijos del príncipe Lorenzo de Bélgica, hermano del actual monarca belga: la princesa Luisa y sus hermanos mellizos, los príncipes Nicolás y Emérico.
En otra de las fotografías las princesas y su padre aparecen cenando con Jean-Christophe Napoleón, actual jefe de la Casa de Bonaparte, de quien Carolina y Chiara son primos: la madre del príncipe Napoleón es Beatriz de Borbón y Chevron Villet, hermana mayor del duque de Castro.
En el caso de la familia real de Bélgica, la conexión con los Borbón-Dos Sicilias está precisamente en la estrecha amistad que existe entre esta última familia y la del príncipe Lorenzo, quien de hecho es el padrino de la princesa Carolina. “La familia real belga solía ser huésped nuestra en St. Tropez durante el verano”, contaba hace poco Chiara en una entrevista al Corriere della Sera.
Otro invitado de la familia Borbón-Dos Sicilias este verano ha sido el príncipe Miguel de Kent, primo carnal de la difunta reina Isabel II, a quien el duque de Castro y su mujer, la princesa Camilla, invitaron a tomar una copa en el famoso Club 55 a principios de este mes.
La familia de Carlos de Borbón-Dos Sicilias pasa el resto del año en Montecarlo y tiene también una buena amistad con la familia principesca de Mónaco, especialmente con Alberto II, quien de hecho fue quien presentó al duque de Castro y a su esposa. Las hermanas Carolina y Chiara son por su parte muy buenas amigas de Alexandra de Hannover, la hija pequeña de Carolina de Mónaco, quien como ellas suele veranear en St. Tropez. “Una de mis mejores amigas es Alexandra de Hannover”, revelaba la princesa Maria Chiara en la referida entrevista. “Mi familia está emparentada con casi todas las familias reales europeas. Es como una especie de club: el rey Felipe VI de España es primo de mi padre y yo tengo una relación muy cercana con su heredera, la princesa Leonor, quien como yo ama el deporte y el fútbol femenino en particular”.
En ese exclusivo club también son bienvenidos los miembros de dinastías del mundo empresarial como las hermanas Ybarra O’Neill, pertenecientes a una de las familias de empresarios mas importantes en Andalucía , con quienes también se ha podido ver a Carolina y Chiara pasar unos días de este verano en St. Tropez. Hace unas semanas, las princesas asistieron por su parte a la boda de una de dichas hermanas, María, con el duque de la Vega en Madrid, donde coincidieron con invitados como Inés Sastre, madrina de Carolina, Sofía Palazuelo o Francesca Thyssen.
La cosa está clara: si en el futuro hay boda entre Chiara de Borbón y Christian de Dinamarca, en la bancada de la novia habrá tantas testas coronadas como en la del novio.
