Las mascarillas dejan de ser obligatorias en los transportes públicos españoles

Las mascarillas dejan de ser obligatorias en los transportes públicos españoles

El uso de las mascarillas en los transportes públicos del país ha dejado de ser obligatorio este miércoles, una vez publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la modificación del Real Decreto de 19 de abril de 2022 que aprobó ayer el Consejo de Ministros.

La medida fue anunciada este martes por la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, y la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde destacaron que así se avanza en la «normalización» de la vida tras haber pasado «lo peor» de la pandemia.

De esta forma, las mascarillas ya sólo van a ser obligatorias en hospitales, centros de salud, clínicas dentales, centros de reproducción humana asistida, centros de interrupción voluntaria del embarazo y otros centros de atención especializada. También se tendrán que llevar al entrar en una farmacia y cuando se vaya a visitar a un residente de una residencia de ancianos y se esté en una zona compartida, o se sea un trabajador de este tipo de centros.

Darias puntualizó que el uso de las mascarillas va a seguir siendo recomendable en espacios cerrados para las personas más vulnerables, para aquellas con una infección respiratoria aguda o en los entornos familiares o sociales cuando haya personas vulnerables.

Y comentó que, si bien en el ámbito laboral «no son obligatorias», en la normativa se plasma la posibilidad de que los servicios de riesgo y prevención de las empresas puedan decidir, si así lo consideran oportuno, obligar a sus trabajadores a usar las mascarillas.

Según las últimas cifras del coronavirus en España, publicadas el pasado viernes, el número de personas hospitalizadas ha bajado un 12,1% en la última semana, un 15,2% en UCI, y la incidencia media actual de contagios en España en los últimos 14 días se sitúa en los 50,76 casos por cada 100.000 habitantes.

La retirada de las mascarillas en los transportes se produce casi un año después de que su uso dejase de ser obligatorio en el exterior, medida aprobada el 10 de febrero, y unos meses más tarde (el 20 de abril) de que ya no se utilice en los espacios interiores. España deja de ser así el único país de Europa que obligaba a su uso en los transportes públicos.

EL TRANSPORTE PÚBLICO APLAUDE LA MEDIDA

Hace tiempo, desde que la pandemia comenzó a relajarse, que el sector aéreo venía catalogando de «disparate» la obligatoriedad de las mascarillas a bordo. Según señaló el pasado noviembre el presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), Javier Gándara, no entendía que España fuera «el último país de la Unión Europea que lo exija y de los pocos a nivel mundial».

Gándara defendió su postura aseverando que la medida introducía «una serie de distorsiones competitivas en función de la nacionalidad el operador» y señaló que «el marco legal nunca debería ser fuente de ventaja o desventaja».

La solicitud también vino por parte de las compañías. El pasado noviembre, el director Corporativo de Iberia, Juan Cierco, pidió durante la celebración de un Foro de Turismo organizado por Europa Press la eliminación de la mascarilla a bordo de los aviones. «Los clientes nos piden que presionemos al Gobierno para pedir que la mascarilla no sea obligatoria dentro de los vuelos», indicó.

Además, la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) se unió a ALA para pedir a Sanidad que se retiraran las mascarillas, asegurando que «no tiene sentido mantener el uso de la mascarilla de forma obligatoria en el avión, dada la evolución de la pandemia a nivel global y la situación epidemiológica en España».

También el sector del transporte de viajeros en autobús ha celebrado la eliminación del uso obligatorio de las mascarillas en el transporte público.

Se trata de una norma que la Confederación Española de Transporte en Autobús (Confebús), y el conjunto del sector, llevaba demandando a la Administración eliminar desde hace muchos meses, y que considera que estaba penalizando la actividad del transporte de viajeros.

«Después de todo el esfuerzo de todos los que componen el sector del transporte de viajeros en autobús, por fin se reconoce al autobús como un lugar seguro» han señalado desde la patronal.

El sector confía en que esta medida contribuya al «necesario» impulso del transporte en autobús, cuya demanda aún se encuentra lejos de la de 2019, con unas empresas que todavía están muy afectadas por la crisis del Covid-19.

En este sentido, la Asociación de Transportes Públicos Urbanos y Metropolitanos (ATUC) ha pedido al Gobierno un último fondo de rescate, tras constatar que los últimos cuatro meses de descuentos en los abonos y títulos multiviaje de transporte público «no han sido suficientes» para recuperar los niveles anteriores a la pandemia.

En concreto, estiman una caída del 15% en la venta de billetes respecto a 2019, lo que supone menos ingresos para las empresas operadoras, y recuerdan que el sector solo ha accedido a un único fondo de rescate durante todo este tiempo, de 420 millones de euros, que solo logró compensar la bajada del primer año de crisis.

«Las cuentas de las empresas se han visto agravadas no solo por la difícil situación originada por la crisis del coronavirus, sino también por la crisis energética. Hemos tenido que hacer frente al incremento de los precios de los carburantes, la energía y gastos de personal sin una batería de ayudas concretas para el sector. Estamos en una situación crítica en la que necesitamos un nuevo fondo de rescate para compensar el agujero en las cuentas de resultados que sufren nuestros asociados», ha asegurado el presidente de ATUC, Miguel Ruiz.


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