Las minas antipersona provocaron en 2023 más de 5.700 víctimas, según un informe que advierte de la especial incidencia de este tipo de armamento entre la población civil, como lo evidencia el hecho de que el 84 por ciento de los muertos y heridos eran personas ajenas a las partes en conflicto, más de una tercera parte menores de edad.
El estudio que publica cada año la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Terrestres, una coalición de ONG, tiene detectadas 5.757 nuevas víctimas de minas y restos explosivos, 1.983 de ellas con resultado de muerte, en más de medio centenar de territorios.
El Tratado sobre la Prohibición de Minas que entró en vigor a principios de 1999 plantea avanzar hacia la eliminación total de este tipo de armamento, considerado especialmente peligroso porque no sólo provoca víctimas en pleno conflicto sino que implica riesgos a medio y largo plazo.
Las ONG confirmaron en 2023 la limpieza de más de 281 kilómetros cuadrados de suelos contaminados por minas y la destrucción de más de 160.000 artefactos. Gracias al tratado, 33 países ya han eliminado todas las minas de su territorio, pero los expertos temen que los avances se reviertan.
Países como Rusia o Birmania, que no forman parte del tratado, han utilizado este tipo de armamento en el último año. En el caso de Birmania, por primera vez figura como el país con mayor número de víctimas, con 1.003 registradas en todo 2024, tras tres años consecutivos con Siria en cabeza.
El informe pone además en el foco a la Guardia Revolucionaria iraní y a las fuerzas de Corea del Norte, ya que ambas habrían utilizado minas antipersona en 2023 y en el primer semestre de 2024.
Uno de los responsables del informe, Mark Hiznay, director asociado sobre Armas de Human Rights Watch (HRW), ha denunciado que estos nuevos usos por parte de países ajenos al acuerdo global «amenazan tanto la vida de civiles como la eficacia de este tratado que salva vidas».
Además, grupos armados no estatales también han utilizado este tipo de artefactos en Colombia, India, Birmania, Pakistán y el Sahel, así como en la Franja de Gaza. En este territorio palestino, el brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezzeldín al Qassam, han reconocido su uso tras los atentados de octubre de 2023.
EL PAPEL DE ESTADOS UNIDOS
En la lista de 164 países que ya se han sumado tampoco está Estados Unidos –es el único país de la OTAN que no forma parte del tratado–, pese a que el actual presidente, Joe Biden, llegó a plantear a mediados de 2022 su interés por avanzar hacia la firma.
El plan de Biden choca también con la aprobación del envío de minas antipersona a Ucrania, en un aparente intento por ayudar a las fuerzas ucranianas a reforzar las líneas del frente para frenar el avance ruso, según han informado este miércoles varios medios estadounidenses como ‘The Washington Post’ o CNN.