El líder de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), Mohamed Hamdan Dagalo, alias ‘Hemedti’, ha acusado este miércoles a Egipto de usar a su Fuerza Aérea para apoyar al Ejército de Sudán en unos combates que duran ya más de un año y medio y que han sumido al país en una de las más graves crisis humanitarias del mundo.
«Fuimos derrotados en Jabal Moya (el 5 de octubre), en el estado de Sennar, por traicioneros ataques aéreos egipcios, similares al ataque a nuestras fuerzas desarmadas en el campamento de Karrari el primer día de la guerra», ha asegurado ‘Hemedti’ en un discurso recogido por el portal de noticias Sudan Tribune.
En ese sentido, ha detallado que El Cairo «ha intensificado» su participación en el conflicto de forma reciente hasta involucrarse «directamente» en el mismo tras usar aviones de combate Sukhoi 29 en los mencionados bombardeos.
«Han utilizado todos los medios disponibles: aire, tierra y mar. Egipto ha luchado contra nosotros y, durante las negociaciones de Ginebra, Egipto proporcionó al Ejército sudanés ocho aviones de guerra y bombas de 250 kilogramos, que son de fabricación estadounidense», ha añadido.
De igual forma, ha acusado al Ejército sudanés de desplegar drones Mohajer iraníes y de recibir el apoyo de más de siete países, además de haber contratado a combatientes ucranianos, azeríes, etíopes (concretamente de la región de Tigray) y a opositores eritreos, tras lo que ha prometido movilizar a un millón de combatientes para las filas de las RSF.
EGIPTO NIEGA LAS ACUSACIONES
Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Egipto ha negado las acusaciones y ha destacado sus «diligentes movimientos» para acabar con la guerra, proteger a los civiles y fortalecer la respuesta internacional humanitaria.
«La República Árabe de Egipto niega estas acusaciones y pide a la comunidad internacional que encuentre pruebas que demuestren la verdad de lo que ha asegurado el líder de las RSF», reza un comunicado de la cartera ministerial publicado en su cuenta de la red social Facebook.
‘HEMEDTI’ SE DESMARCA DE LAS ACUSACIONES SOBRE CRÍMENES DE GUERRA
Por otro lado, ‘Hemedti’ se ha desmarcado sobre las acusaciones de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad por parte de numerosos organismos internacionales y ONG, asegurando que se trata de «infiltrados» que nada tienen que ver con los paramilitares y que él mismo ha dado instrucciones de no grabar durante las batallas y de evitar «maltratar o interrogar» a los prisioneros.
«No estamos asociados con ellos; no convocamos ni movilizamos a ningún grupo. Solo los luchadores por la libertad se han unido a las RSF. Los que participan en asesinatos y saqueos no tienen ninguna conexión con nosotros, son grupos infiltrados», ha expresado.
Además, ha criticado los bombardeos del Ejército contra civiles en las regiones de Darfur, Kordofán, Sennar y Gezira al mismo tiempo que ha mostrado su sorpresa de que no se lleven a cabo en otras zonas, por lo que ha insinuado que estos ataques podrían tener motivaciones étnicas implicadas, que es precisamente una de las acusaciones que se le hacen a las RSF.
Cabe destacar que las fuerzas oficiales cuentan con Egipto como principal aliado, mientras que el bando paramilitar tiene el respaldo de Emiratos Árabes Unidos y mantiene buenas relaciones con Rusia.
Sudán se encuentra sumido en una guerra civil a raíz de las hostilidades que estallaron en abril de 2023 en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la integración de las RSF en el seno de las Fuerzas Armadas. Los choques violentos han descarrilado la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del presidente sudanés Omar Hasán al Bashir.