El ministro de Exteriores de ruso, Sergei Lavrov, ha advertido este lunes de que el enfrentamiento entre Rusia y las potencias occidentales ya no es «híbrido», sino que se ha tornado ya un conflicto «casi real» que los países contrarios a Moscú han estado «preparando durante mucho tiempo».
«Ya no es una guerra híbrida, sino casi real, que Occidente ha estado preparando durante mucho tiempo contra Rusia, tratando de destruir todo lo ruso, desde el idioma hasta la cultura, que ha estado presente en Ucrania durante siglos, y prohibiendo a las personas hablar su idioma nativo», ha denunciado Lavrov.
En declaraciones desde Sudáfrica, en el marco de un encuentro con su par sudafricana, Naledi Pandor, el ministro de Exteriores ruso ha acusado al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, y su predecesor en el cargo, Petro Poroshenko, de haber faltado a la promesa con la que lograron la Jefatura de Estado.
«Tanto el expresidente Poroshenko como el actual presidente Zelenski, quienes fueron elegidos bajo el lema de establecer la paz, inmediatamente después de ser elegidos se convirtieron en presidentes de guerra y presidentes rusófobos», ha dicho Lavrov, según recoge la agencia rusa de noticias TASS.
En esta denuncia por el rumbo antirruso adoptado por Kiev y sus aliados, Moscú ha incidido en que las autoridades ucranianas han llegado a adoptar leyes que prohíben el idioma ruso en el sistema educativo, en los medios de comunicación, e incluso, dice, en la vida cotidiana.
«Todos los contactos culturales relacionados con el idioma ruso están prohibidos. Y todo esto cuenta con el apoyo de Occidente. Al igual que Occidente apoya las marchas regulares de neonazis con esvásticas, con símbolos de divisiones que fueron prohibidas por el Tribunal de Nuremberg y que son reconocidos como criminales. Occidente apoya todo esto», ha zanjado Lavrov.
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