Loquillo se subió ayer viernes al escenario del Roig Arena en el que es el último concierto del año que acoge el recinto valenciano. El concierto, enmarcado en la gira ‘Corazones Legendarios’, ha arrancado con un tema mítico de la Movida Madrileña como es ‘En las calles de Madrid’, para seguir con otros de la década de los 2000 como ‘Línea clara’ o ‘Sol’. Precisamente eso ha sido el concierto: un viaje por el tiempo a través de clásicos con un sonido renovado.
Durante las casi dos horas de puro rock español, el público ha coreado junto al artista temas como ‘Memoria de jóvenes airados’, ‘El ritmo del garaje’ o ‘Rock and roll actitud’, ha detallado la organización en un comunicado.
Uno de los momentos más enérgicos del concierto ha llegado con ‘El rompeolas’, una de las canciones más conocidas del artista y en cuya interpretación le han acompañado los miles de asistentes al recital.
Sobre el escenario, donde estaba colgada una camiseta del Valencia Basket personalizada con el nombre de Loquillo, el cantante ha interrumpido el concierto para dirigirse al público –«algo que no suelo hacer», ha destacado–. El cantante ha recordado sus años de servicio militar, época en la que jugó en un equipo de baloncesto con un compañero al que le recomendó «entrenar».
«Esa persona se llama Pedro Martínez y la tenéis en Valenci; es el mejor entrenador de Europa», ha afirmado sobre el entrenador de Valencia Basket.
El tramo final del concierto ha encadenado tres de los clásicos que consolidaron a Loquillo como «estrella del rock» y que, en esta noche, lo han vuelto a reafirmar como tal: ‘Feo, fuerte y formal’, ‘Rock and roll star’ y ‘Cadillac solitario’.
