El Tribunal de Cuentas de la Unión Europea (UE) han solicitado a la Comisión Europea una evaluación completa del alcance del fondo para mitigar el paro a fin de extraer lecciones para futuras crisis ya que, por el momento, no puede evaluarse adecuadamente el impacto del instrumento debido a la manera en que fue concebido y a la falta de datos adecuados a escala nacional.
Los auditores también consideran que un análisis detallado puede ofrecer la oportunidad de observar cómo se redujo al mínimo el riesgo de fraude, ya que 18 del total de 19 países que lo utilizaron han notificado irregularidades y presunto fraude.
El fondo permitió a los Estados miembro utilizar el dinero para crear o ampliar sus regímenes de mantenimiento del empleo basados, por ejemplo, en la reducción del tiempo de trabajo, la suspensión del contrato de trabajo y los subsidios salariales, así como para medidas relacionadas con la salud.
Un total de 19 países de la UE ha solicitado préstamos procedentes de este fondo, y ya se han desembolsado casi 92.000 millones de euros en un ranking encabezado por Italia y España, cuyas partidas ascienden a más de la mitad del importe total.
«El instrumento reflejó el contexto de emergencia y puso a disposición fondos de la UE con rapidez y eficiencia para amortiguar el impacto de la pandemia sobre los trabajadores y las empresas», ha afirmado Iliana Ivanova, miembro del Tribunal de Cuentas que dirigió la auditoría, aunque ha apuntado que «sin embargo, todavía se desconoce su repercusión total sobre el terreno».
Así, aunque el informe de los auditores constata que la UE reaccionó rápidamente -siete meses después del estallido de la pandemia- mediante la introducción del fondo para mitigar el desempleo, que proporciona préstamos a largo plazo y bajo coste para países en todo el bloque y a pesar de «algunos indicios» de buenos resultados, «sigue sin disponerse de datos suficientemente sólidos para evaluar cuántos puestos de trabajo se conservaron realmente», ha admitido Ivanova.
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