Los Boston Celtics no pierden el tiempo y están yendo al tajo con lo de hacer los cambios que necesita en su roster. Ni 24 horas después de enviar a Jrue Holiday a los Blazers, y en el movimiento de más calado que se esperaba por parte del campeón de 2024, los Celtics han traspasado a su unicornio Kristaps Porzingis a los Atlanta Hawks en una operación a tres bandas en la que también se han involucrado los Brooklyn Nets que entrena Jordi Fernández.
Boston, que también ha enviado un pick de segunda ronda de draft a Atlanta, recibe a cambio a Georges Niang de los Hawks y una selección de segunda ronda mientras que el conjunto neoyorquino se hace con Terance Mann y el pick número 22 del equipo de Georgia del draft de esta próxima madrugada. Shams Charania adelantó la información.
Asfixiados por las finanzas, los Celtics ya han cumplido su objetivo más urgente este verano de aliviar sus arcas. Tras quitarse de encima a Holiday y Porzingis, el conjunto de Massachusetts se ahorra nada menos que 180 millones de dólares en concepto de impuesto de lujo el año que viene. Tras decidir renovar todo el roster con el que fue campeón el año pasado, Boston desafió las cada vez más duras normas financieras anti dinastía de la NBA, lo que conllevaba un coste de plantilla de más de 500 millones la campaña que viene entre salarios y tasa de lujo.
Kristaps Porzingis era carne de traspaso. El contrato del ex del Betis expira en 2026, tenía un salario a percibir de 30 millones y su inconsistencia debido a las lesiones ha sido demasiado en sus dos temporadas en Boston -sólo 99 partidos jugados en la fase regular de 164 posibles-, como para pensar en renovarle. Así que los de Massachusetts tenían que mover ficha si querían sacar algo por el pívot letón de 29 años. El ex compañero de Luka Doncic ha promediado en estas dos temporadas 20 puntos, 7 rebotes y 2 asistencias con un 50% en tiros de campo y un buen 39% en triples con un volumen de 5,5 intentos.
Los Celtics se sitúan ahora por debajo del segundo límite salarial de 208 millones y hasta podrían ponerse por debajo del primero de 196 millones. Y es que se esperaba que el campeón adoptara una decidida política de recortes ante lo que apunta a ser una temporada de transición, la cual estará marcada por la ausencia de Jayson Tatum después de su rotura de tendón de Aquiles ante los New York Knicks en los playoffs.
Una temporada de transición que se confirma con los traspasos de Holiday y Porzingis, con Boston quedándose ya hasta sin tres de sus titulares para el próximo curso. Derrick White y la otra gran estrella del conjunto de Massachusetts, Jaylen Brown son ya los únicos supervivientes de esa alineación titular. Los Celtics no tienen idea de traspasar a Brown, aunque Brian Windhorst decía ayer en la ESPN que todo puede pasar si les llegara una oferta “gigantesca” por el alero de 28 años.
Por otra parte, con la adición de Georges Niang, Boston suma a su roster a un veterano de 32 años con un manejable contrato de 8 millones hasta 2026 y que garantiza tiro exterior con el 40,6% con 5 intentos que firmó la pasada temporada entre Cavaliers y Hawks.
Porzingis, un paso exitoso y efímero por Boston
Lo de Kristaps Porzingis ha sido la crónica de un paso fugaz del unicornio letón por Boston, una ilusión efímera pero que perdurará ya para siempre como parte del roster que trajo a la ciudad un anillo 17 años después. Faltos de un pívot que tocara todos los palos en ataque en su versátil plantilla, los Celtics incorporaron al pívot de 2,18 en 2023 teniendo que sacrificar a todo un emblema de la franquicia como Marcus Smart a los Grizzlies, también involucrados en una operación de tras bandas entre Boston, Memphis y Washington.
Con Porzingis, Boston apuntalaban una plantilla haciéndose con un pívot que garantizaba tamaño, tiro exterior y polivalencia en el pick and roll. Apostando por el ex de Doncic en los Mavericks, los Celtics tumbaban precisamente a Dallas y al ex del Real Madrid en las Finales para hacer que el esfuerzo por Porzingis valiera la pena con el letón aportando cuando jugó ese plus de versatilidad que faltaba.
Sin embargo, el que se formara en las categorías inferiores del CB Sevilla no estuvo exento de los problemas físicos que le han acompañado durante toda su carrera. Aparte de sólo jugar 57 partidos la temporada del anillo y 42 en esta última, Porzingis sólo jugó 7 de 19 partidos en los playoffs de 2024 y se vio condicionado por un virus desconocido en la eliminación contra los Knicks en el curso que acaba de terminar.
La coyuntura deportiva y económica ha obligado a los Celtics a pasar página con el letón pronto, aunque han cumplido el objetivo por el que le trajeron. Con las salidas de Porzingis y Al Horford y Luke Kornet acabando contrato en unos días, las incógnitas se ciernen sobre la pintura de Boston.
Buena oportunidad para los Hawks para revivir su proyecto
La llegada de Kristaps Porzingis a Atlanta significa una buena oportunidad para Atlanta para revivir un proyecto estancado desde que el equipo liderado por Trae Young alcanzara las Finales de Conferencia en 2021. Desde entonces, el conjunto de Georgia no ha pasado de primera ronda y ni se ha clasificado para playoffs en las dos últimas temporadas.
La de Porzingis, una opción de bajo riesgo con un contrato que expira en 2026, es una muy buena alternativa para lograr de una vez por todas ese pívot versátil en ataque que le lleva tiempo faltando a los Hawks, limitados ofensivamente Clint Capela y Onyeka Okongwu.
Por su parte, los Brooklyn Nets de Jordi Fernández siguen rearmándose de selecciones de draft con esta operación y tendrá nada menos que hasta cinco en la primera ronda del evento de esta próxima madrugada, con los números 8, 19, 22, 26 y 27. El coste de haberse hecho con el pick 22 de draft es asumir el contrato de tres años y 46 millones de Terance Mann, pero el conjunto neoyorquino tiene mucho espacio salarial.