Los principales partidos de Rumanía han acordado este lunes un acuerdo de gobierno tras meses de crisis política –con la repetición de las elecciones presidenciales– a fin de hacer frente al mayor déficit presupuestario de la UE, que incluye reducción del gasto público y despidos en la administración.

Está previsto así que finalmente este lunes el Parlamento apruebe el gabinete del recién designado primer ministro, Ilie Bolojan, quien tiene asegurada la mayoría absoluta que le conceden socialdemócratas, liberales, conservadores y las fuerzas de las minoría para acomete un ambicioso plan de recortes.

Entre las medidas fiscales se espera una aumento del IVA sobre productos con tasas bajas, así como de otros impuestos especiales, el gravamen a las pensiones más altas, una reducción del gasto, además de despidos y la limitación de salarios en la administración pública.

Con esta aprobación del Gobierno se espera poner fin a la mayor crisis política de la historia reciente de Rumanía, que se aceleró después del triunfo contra todo pronóstico de Calin Georgescu, ultraderechista afín a Moscú, en la primera vuelta de unas presidenciales que finalmente fueron anuladas por financiación irregular de su campaña, además bajo acusaciones, aunque no probadas, de injerencia extranjera.

Aquellas elecciones fueron reprogramadas para mayo y fue ya el alcalde de Bucarest, Nicusor Dan, quien se impuso al candidato de la ultraderecha, George Simion, una vez Georgescu fue inhabilitado.