El portavoz de los talibán, Zabihulá Mujahid, ha rechazado este miércoles los vaticinios de Naciones Unidas sobre el colapso económico de Afganistán, afirmando que no sucederá gracias a las «profundas raíces populares» del país y a no contar con un «sistema dependiente de la ayuda exterior».
«La afirmación de Naciones Unidas de que el sistema colapsará por problemas económicos no es correcta», ha escrito en su perfil de Twitter el portavoz del grupo fundamentalista, que asegura, en contraste con organizaciones y oficinas humanitarias internacionales, que Afganistán no depende de la ayuda exterior.
Si bien Mujahid ha negado la mayor, ha concedido que, «por supuesto», habrá «problemas económicos» ya que Afganistán «ha experimentado una guerra larga y continuas invasiones».
«El Emirato Islámico está firmemente decidido a revivir todos los recursos económicos del país, restaurar la economía y durante el último año y medio, se han dado pasos importantes que aún continúan», ha remachado.
Desde la toma definitiva de Afganistán en agosto de 2021 por parte de los talibán, la crisis humanitaria en el país se ha agudizado, en parte por las políticas de los propios fundamentalistas, pero también por las sanciones impuestas por la comunidad internacional, que entre otras cosas han congelado los bienes que el Estado afgano tiene en entidades financieras en otros países.
Las agencias humanitarias han denunciado las trabas que los talibán imponen para que puedan llevar a cabo sus operaciones, de las cuales depende la gran mayoría de la población, que en estos momentos se enfrenta a la escasez de alimentos y medicinas y a uno de los inviernos más duros de los últimos años.
La decisión de los talibán de no permitir a las mujeres trabajar en este tipo de agencias –que se suma a la retahíla de restricciones misóginas que se han apresurado a imponer desde su llegada– ha provocado que muchas de ellas cesen sus operaciones, ahondando así un poco más en la precaria situación de país.
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