El ministro de Exteriores de Marruecos, Nasser Burita, ha recibido este martes a Sami Menfi, un representante del presidente del Consejo Presidencial Libio, Mohamed Menfi, tan solo un día después de la celebración de la primera «cumbre magrebí» en la que se excluyó tanto al reino alahuí como a Mauritania.
«Burita ha recibido hoy en Rabat al emisario del presidente del Consejo Presidencial libio, Sami Menfi, portador de un mensaje a su majestad el rey Mohammed VI de parte del presidente del Consejo Presidencial libio, Mohammed Menfi», reza un comunicado del Ministerio de Exteriores marroquí publicado en su cuenta de la red social X, antes Twitter.
Durante su encuentro, Menfi ha trasladado al jefe de la diplomacia marroquí su agradecimiento por el apoyo al proceso de transición libio y ha subrayado la importancia de fortalecer la «unión árabe-magrebí».
El encargado de negocios de la Embajada libia en Marruecos, Abu Bakr Ibrahim al Tawel, ha expresado que esta visita confirma las «fraternales relaciones» entre ambos países, que seguirán redoblando sus esfuerzos para «fortalecer» la estabilidad y la prosperidad en la región, según ha publicado la agencia estatal de noticias marroquí, MAP.
El pasado lunes, el presidente de Túnez, Kais Saied; el presidente argelino, Abdelmayid Tebune; y el presidente del Consejo Presidencial Libio, Mohamed Menfi, se reunieron en Túnez en su primera «reunión consultiva entre estos países hermanos» sobre el Magreb, a la que no fueron invitados ni Marruecos ni Mauritania, y en la acordaron «unificar posiciones» para hacer frente a las diferentes crisis internacionales.
Esta cumbre ha sido la primera de las llamadas «reuniones magrebíes tripartitas» acordadas por los tres líderes durante una cumbre celebrada el mes pasado en Argel. Este anuncio desató la ira de medios de comunicación afines al Gobierno marroquí, que calificaron la iniciativa como un esfuerzo para formar una «alianza magrebí» contra el reino, según condenó en su día el diario ‘Hespress’.
Marruecos y Mauritania conforman, junto a los otros tres países, la llamada Unión del Magreb Árabe (UMA), una asociación regional muy deteriorada a raíz de los enfrentamientos históricos entre Argel y Rabat y que lleva unos 15 años sin auspiciar una cumbre de alto nivel.