Miles de personas han salido este miércoles a las calles de Reino Unido para manifestarse contra la oleada de violentas protestas ultraderechistas y antiinmigración surgidas tras el asesinato a puñaladas de tres menores por parte de un adolescente de origen galés y ascendencia ruandesa, aunque en redes sociales comenzaron a circular informaciones falsas sobre la condición de solicitante de asilo y musulmán del atacante.
Esta nueva jornada de manifestaciones y contramanifestaciones, vigilada por más de 6.000 agentes de Policía, han transcurrido de forma pacífica salvo algún incidente aislado, que se ha saldado con algunas detenciones, y han tenido lugar tras una semana de protestas contra la migración, saqueo de comercios y ataques contra mezquitas y alojamientos para solicitantes de asilo que han dejado más de 400 detenidos.
Los participantes en las contramanifestaciones, que este miércoles han sido mayoría, han realizado cánticos en apoyo a los migrantes tales como «los refugiados son bienvenidos aquí» o «racistas fuera de nuestras calles», según la cadena de televisión británica BBC.
La principales protestas proinmigración han tenido lugar en Liverpool, Londres, Bristol, Brighton, Newscastle y Southampton, donde en algunos casos han llegado a encontrase con pequeños grupos ultraderechistas, sin llegar a mayores.
Por su parte, la viceprimera ministra, Angela Rayner, ha expresado que «salir a la calle, lanzar proyectiles contra la Policía y atacar hoteles como éste –de solicitantes de asilo– no es una queja legítima».
La oleada de disturbios se ha saldado además con más de 140 personas acusadas y tres sentenciadas a prisión por su papel en acciones violentas en Southport y Liverpool, lo que ha llevado a las autoridades a plantearse si estas medidas han tenido algún impacto en las escenas mayoritariamente pacíficas de esta jornada.