El Gobierno palestino habla de «atroz ejecución» y denuncia la «continuada impunidad» de Israel.
Un adolescente palestino ha muerto este martes tras ser tiroteado por militares de Israel durante una redada en la ciudad cisjordana de Belén, según ha denunciado el Ministerio de Sanidad palestino, que ha identificado al fallecido como Adam Essam Shaker Ayad, de 15 años.
«Adam Essam Shaker Ayad, de 15 años, ha caído mártir tras recibir un disparo en el pecho por parte de los soldados de la ocupación durante la agresión en Belén al amanecer», ha manifestado en un breve mensaje en su cuenta en la red social Facebook.
Fuentes de seguridad han explicado que los militares israelíes han irrumpido en el campamento de Dheisheh, al sur de Belén, donde habrían allanado viviendas de palestinos. Tras esto, se habrían producido enfrentamientos, durante los cuales los militares israelíes habrían disparado «indiscriminadamente», informa la agencia palestina WAFA.
El Ejército de Israel ha indicado que miembros de la Policía Fronteriza han abierto fuego contra varios palestinos que lanzaron cócteles molotov durante los enfrentamientos y ha confirmado que «varios sospechosos fueron alcanzados», sin confirmar la muerte de uno de ellos.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores palestino ha condenado «en los términos más firmes» la muerte de Shaker Ayad, que ha descrito como «una atroz ejecución». Así, ha tildado de «bárbara» la operación en el campamento de refugiados y ha dicho que «es una extensión de las ejecuciones extrajudiciales y una parte integral de los ataques israelíes contra niños palestinos».
En este sentido, ha manifestado en un comunicado publicado en su página web que el Gobierno de Israel «es total y directamente responsable de este crimen y de las repercusiones sobre el terreno», al tiempo que ha señalado que «la continuada impunidad de la que disfruta Israel anima al Estado ocupante a cometer más crímenes».
El ministerio ha denunciado además que militares israelíes han lanzado gases lacrimógenos en el interior de una vivienda en Abu Dis, en los alrededores de Jerusalén, lo que ha provocado un incendio en el inmueble, en el que se encontraban un matrimonio y sus cuatro hijos, el menos de los cuales tiene cuatro meses.
«El ministerio considera muy grave este atroz crimen y este intento público de matar a ciudadanos palestinos, incluidos niños, que ha dejado sin techo a una familia entera», ha señalado, al tiempo que ha solicitado «una investigación internacional» y «llevar a juicio a los responsables».
Por otra parte, el Ejército israelí ha indicado que ha llevado a cabo una operación de cara a la demolición de la vivienda del hombre detenido por su presunta responsabilidad en el doble atentado con bomba ejecutado el 23 de noviembre de Jerusalén, que se saldó con dos muertos.
Las autoridades israelíes imputaron la semana pasada al sospechoso, Aslam Fruj, de 26 años. El hombre sería simpatizante del grupo yihadista Estado Islámico que se radicalizó a través de Internet y aprendió a fabricar explosivos. Además, uno de sus amigos ha sido detenido ante las sospechas de que estaba planeando un atentado suicida con un cinturón explosivo.
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