El tenista serbio Novak Djokovic, actual número cinco del mundo, afirmó que es «genial estar de vuelta en Australia», casi un año después de su deportación por no estar vacunado contra el coronavirus, «una experiencia vital valiosa», aunque no fue algo «fácil» y espera «no volver a vivirlo nunca».
«Es genial estar de vuelta en Australia», señaló el serbio este jueves en declaraciones publicadas por ATP tras entrenar en Adelaida, donde disputará el torneo ATP 250, que arranca el 1 de enero, para preparar su regreso al Abierto de Australia, del 16 al 29 en Melbourne.
Djokovic ha ganado nueve veces este ‘Grand Slam’. Sin embargo, el pasado mes de enero, tuvo que abandonar el país antes del inicio del torneo porque no se había vacunado contra el COVID-19, cuando esto era obligatorio en Australia para cualquier viajero. Se le negó la exención y se le deportó, prohibiéndole además la entrada al país los próximos tres años. Pero desde entonces las autoridades han levantado estas normas, así como la restricción al serbio.
El tenista reconoció que «lo que ocurrió hace doce meses no fue fácil». «Por supuesto que es decepcionante dejar el país así. Es una de esas cosas que te acompañarán el resto de tu vida. Nunca había experimentado algo así y espero no volver a hacerlo nunca. Pero es una valiosa experiencia vital para mí y algo que permanecerá. Pero tengo que seguir adelante», recordó.
Ahora, Djokovic luchará por lograr su décimo Abierto de Australia, un torneo en el que ha tenido «un éxito tremendo». «Espero que todo sea positivo. Haré todo lo posible para jugar un buen tenis y dar buenas emociones y buenas sensaciones al público», señaló el ganador de 21 ‘Grand Slams’.
«Siempre tengo fe en mí mismo y creo que puedo ganar todos los torneos que juego. Creo que con la carrera que he tenido, merezco tener ese tipo de enfoque mental. Obviamente, las cosas son diferentes. Hay muchos jóvenes en el circuito y se ha producido un cambio generacional. Pero (Rafa) Nadal y yo, (seguimos) siendo fuertes», comentó sobre sus opciones.
Y el serbio apeló a «los buenos recuerdos y la buena historia» en «suelo australiano» para «creer» que puede lograr el título, o al menos ser «aspirante». «El objetivo es alcanzar la cima en Melbourne. Allí es donde quiero jugar mejor. Supongo que a estas alturas de mi carrera, con todos los logros, cada victoria en un gran torneo es la posibilidad de hacer más historia. No me falta inspiración ni motivación para jugar lo mejor posible», agregó.