El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha insistido este miércoles en cargar contra la migración y la política de asilo de la Unión Europea, aunque ha obviado la guerra en Ucrania y sus intenciones de negociar con Rusia durante su discurso ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo.
Con motivo de la presentación de las prioridades de la presidencia húngara del Consejo, Orbán se ha dirigido a la Eurocámara para reiterar su mensaje antimigración insistiendo en que la UE debe proteger las fronteras externas y apoyar a los Estados miembros a hacerlo ante la «presión significativa» que afrontan.
A su juicio, todas las medidas y paquetes a nivel europeo para controlar la migración se han demostrado fracasadas por lo que ha subrayado que «la única solución» es crear centros de migrantes fuera de la UE en los que se gestione la situación de las personas que quieren entrar en el bloque y lo hagan solo con permiso previo.
«Sin centros fuera de la UE no podemos proteger a los europeos de migrantes ilegales. Si les dejamos entrar luego no hay manera de devolverles. La única solución son los centros externos», ha declarado ante los eurodiputados.
Asimismo, el líder magiar ha achacado a la migración ilegal el crecimiento del antisemitismo, la homofobia y la violencia contra las mujeres en la Unión Europea, para reiterar que todo esto es fruto de un sistema de asilo que no funciona. «El resultado es claro. Varios Estados miembros quieren una exclusión de esta política», ha dicho.
Este debate se produce con meses de retraso por las tensiones entre Bruselas y Budapest y ante una Eurocámara que, en la legislatura pasada, expresó en varias ocasiones su preocupación por la deriva antidemocrática en Hungría, reclamando a la Comisión y al Consejo medidas y advirtiendo de que Hungría ya no puede considerarse una democracia plena sino una «autocracia electoral».
La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, ha defendido en su intervención de inicio de debate una Unión «de democracia, prosperidad y seguridad que proteja los valores (europeos) en todas partes», al tiempo que ha subrayado que la Eurocámara es la «casa de la democracia en donde, como en Europa, el Estado de derecho y la libertad de expresión son sacrosanto». «Podemos no siempre estar de acuerdo, pero siempre habrá espacio para el intercambio respetuoso de ideas», ha advertido.
Poco antes de que arrancara el debate, eurodiputados de los grupos de Socialistas y Demócratas (S&D), liberales (Renew), Verdes e Izquierda se han concentrado frente al Hemiciclo para escenificar su rechazo a las políticas de Orbán con pancartas con el lema «Demócratas contra autócratas». Tras su primera intervención un grupo de parlamentarios de izquierda han cantado a voz en grito desde el hemiciclo la canción ‘Bella Ciao’, himno de la resistencia antifascista en Italia.