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Pablo Díaz, socio de Cerciora, ‘Calculamos que vamos a exonerar más de 46.000.000€ con la Ley de Segunda Oportunidad’

Por Redacción

Explorar un tema crucial en el ámbito financiero como lo es la Ley de Segunda Oportunidad, de la mano de expertos en el tema como el socio cofundador de la plataforma legal Cerciora, Pablo Díaz, es de especial relevancia hoy en día.

Este profesional reúne una amplia experiencia en el terreno de las reclamaciones bancarias, lo que permite arrojar luz sobre los aspectos más relevantes de esta normativa que tiene por objetivo ofrecer un camino hacia la recuperación financiera para quienes se enfrentan a dificultades económicas significativas.

¿Cómo afecta realmente a las personas? ¿Cuáles son las implicaciones legales y financieras que deben considerarse? Estas son algunas de las preguntas que la firma aborda hoy, con el fin de descubrir los matices y oportunidades que ofrece la legislación para aquellos que buscan recuperarse de los problemas financieros y encontrar un nuevo comienzo en sus vidas.

¿Cuándo y por qué surge Cerciora?

Pues la verdad es que esa pregunta es de las que más nos gusta que nos hagan a todos los fundadores de empresa. Cerciora nace como una alternativa para aquellas personas que sienten indefensión ante diferentes procesos, sobre todo a nivel de consumo, como puede ser la Ley de Segunda Oportunidad, Derecho al Honor o las ya famosas Tarjetas Revolving. Pero la realidad de Cerciora es que ambos socios, en el pasado, nos vimos en una situación de quiebra antes del 2015, año que nace la Ley de Segunda Oportunidad. Previamente en España, el que se quedaba endeudado lo estaba para el resto de su vida. Y no solo él, sino sus hijos, sus padres y todos los que estuvieran por medio como avalistas.

¿Puede ser que hablar desde la experiencia explique el porqué en los comentarios en la reseña de Cerciora, que están a disposición del público, donde hay una puntuación de 4,9 sobre 5 que es una puntuación prácticamente inalcanzable?

Sin duda, al final las personas hoy más que nunca analizan muy bien toda la información posible sobre la empresa que se va a encargar de llevar su proceso de Ley de Segunda Oportunidad. Tienen que ver que realmente esa empresa es transparente. Cerciora no solo lo va a demostrar con su trabajo, también con los clientes que han pasado por Cerciora y que, en este momento, no tienen ningún tipo de deuda. Podéis ver en redes sociales los comentarios, analizarlos, sobre todo para que entendáis lo que hay detrás de personas que han estado con muchísimas deudas y que por fin puede salir de ese infierno. Imagínatelo, dejar de recibir 12 o 15 llamadas diarias de diferentes personas o entidades, llámalo fondos buitres, llámalo banco, empresas privadas para préstamos, financieras. Yo lo he sufrido en mi propia piel. Y a partir de ahí, esas personas han dejado de recibir llamadas. Eso es psicológica y emocionalmente, un antes y un después. Es un alivio brutal, un descanso. Es un momento en el que uno se levanta un día, le suena el teléfono y piensa: no va a ser nadie que me reclame dinero.

Hay gente muy exigente con el tema de la Ley de Segunda Oportunidad que no para de pedir resultados antes de empezar a pagar por miedo a estar gastando dinero a cambio de no obtener resultado alguno. ¿Cómo se podría convencer a los clientes que los tiempos judiciales son los que son y que el proceso es el que es? ¿Cómo se asume estar cuatro meses sin resultados?

Yo me pongo en el lugar de todos nuestros clientes. Lo ideal sería que fuese al día siguiente. Pero la verdad es que tenemos que ver de dónde venimos. Antes de 2015 donde no se podía quitar nada. Es decir, estabas condenado en vida. Y desde 2015 tenemos una oportunidad, una luz al final del túnel para salir. Pero es importante ser realista y entender que no es un botón que pulsas y ya está, no es una salida instantánea. Lo que tiene que entender la gente es que no depende únicamente de Cerciora que una persona consiga la exoneración del pasivo insatisfecho, el famoso EPI, sino que también depende, entre otras cosas, de los jueces, depende del colapso de los juzgados y, sobre todo y lo más fundamental, depende de que el cliente facilite toda la documentación necesaria. Sin esa documentación es imposible la exoneración de la deuda.

¿Es cierto que Cerciora ha creado, mediante inteligencia artificial, un sistema donde con la firma electrónica facilitada por el cliente puede obtener la documentación de una manera mucho más rápida?

Sí, es cierto. Trabajamos con motores de inteligencia artificial que son capaces de extraer la documentación, siempre con la autorización del cliente por supuesto, y así agilizar al máximo los trámites. Esto acelera mucho el proceso, pero en muchas ocasiones el gran freno está en las personas, hay documentación que es preciso que nos envíen, no podemos ir a su casa a por el Libro de Familia, a Hacienda, al banco a pedir un extracto, a pedir un contrato de alquiler de su casa, y así un largo etc. Sabemos que nadie tiene tiempo y nuestra premisa más importante es dar el mínimo trabajo a nuestros clientes. Hay ciertas cosas que necesitamos que haga el cliente. Necesitamos que el cliente quiera ser ayudado. Nosotros queremos ayudarles al máximo, pero está claro que hay cosas que no podemos hacer por ellos. Es una responsabilidad compartida, no lo puede hacer toda una parte. Hay clientes que nos dicen “es que tarda mucho” o “es que no habéis hecho nada”. En esos casos hay que entender el proceso. Cuando un cliente nos llama, es atendido por un equipo de asesores. Y lo primero que hacen es pedir una información en concreto, lo más fehaciente posible, lo más real para poder saber si pueden acceder al proceso de Ley de Segunda Oportunidad. Los tiempos dependen de varios temas, pero uno fundamental es la capacidad de entregar documentación de nuestros clientes. 

Entonces ese sería el filtro previo que el equipo de Cerciora hace a los clientes para confirmar si un sujeto es sujeto activo de comenzar un proceso de Ley de Segunda Oportunidad.  ¿Cómo se le explica a un cliente que tiene, desde que llama a Cerciora, la nómina embargada digamos tres, cuatro meses, que está pagando las cuotas mensuales que es normal esa situación y que no se puede hacer nada, que debe tener paciencia y confianza? 

La verdad es que es una pregunta muy difícil. Te puedo contar por experiencia de nuestros clientes y por experiencia propia. Hay que valorar las circunstancias del momento y de su complejidad y que es una situación muy compleja. ¿Cómo han aguantado hasta ahora? Básicamente, “toreando” como dirían muchos, “trampeando” el sistema, “pidiendo dinero”, y hay que seguir igual, pero con una diferencia muy importante, ahora sabemos que vamos a salir adelante y Cerciora te va a ayudar de verdad, y esta ilusión es la que tiene que permanecer en esos momentos.

El pasado ya no importa, solo el presente y el futuro para volver a empezar. ¡Pero tenemos que aguantar! No hay otro camino. Es eso o seguir cómo estábamos, ahogados con las deudas sin perspectiva ninguna. Yo creo que el objetivo fundamental es conseguir volver a empezar. Mucha gente dice “es que ha tardado mucho”, “es que estoy embargado”, “es que no puedo pagar”. Claro, pero antes también los estabas. Hay una frase fundamental que hay que repetirse cada día, cada semana, cada mes que pasa: “No estoy aún donde quiero estar, que sería con las deudas perdonadas, pero ya no estoy donde estaba, porque ya tengo un proceso empezado. Ya tengo un camino iniciado”. Entonces, cuanto antes se aporte toda la documentación antes Cerciora podrá presentar la demanda al juzgado. En ese momento, a partir de ahí, va a ir todo muchísimo más rápido. Pero lo que no podemos hacer, lo que Cerciora no haría nunca es presentar una demanda si no está completa la documentación. Ese es el punto clave. La parte en la que colaboráis al máximo con Cerciora para conseguir toda la documentación en el menor tiempo posible. Ya no es nuestro tiempo, es vuestro tiempo.

Hablando de tiempos, se puede decir que es un mes para procesar la documentación que el cliente otorga. Otro mes para preparar la demanda. El tercer mes, la demanda está presentada en el juzgado. A partir de ahí, es el juzgado el que dice: “Admito, no admito o falta de documentación”. En tiempos procesales, tres meses es un pestañeo sabiendo que una persona ha estado años en esa situación.

La única forma de salir de esa situación es confiar en Cerciora y hacer todo lo que os digamos. Si no, no podemos llegar a buen puerto. Si os decimos que traigáis, por ejemplo, el empadronamiento, una tasación, no podemos esperar 15-20 días. El juzgado tiene unas fechas, unos tiempos de respuesta. Cuando se pide algo, tiene que ser inminente, prioritario, lo antes posible. Es un acto de responsabilidad que el propio cliente debe de asumir. 

¿Sabes que lleváis del orden de 7 millones de euros exonerados? Con lo cual, esto es un valor en alza para que los clientes sepan por qué se deben ir a Cerciora.

7 millones de euros ya exonerados, más todo lo que vienen en camino hay cientos de clientes a los que se va a conseguir su EPI. Por lo que serán muchos millones de euros más actualmente calculamos unos 46 millones de euros.

¿Eres consciente de que puede ser declarado enemigo nacional del país?

Esperamos que no. Yo creo que ayudar la gente con la Ley en la mano nunca debe entenderse como ser enemigo, aunque es verdad que algún enemigo que otro, puede que sí. Aunque nosotros pensamos solo en ayudar a la gente. De hecho, montamos Cerciora para ayudar a las personas que en algún momento habían pasado por lo mismo que nosotros. Y de momento nos está saliendo muy bien. Yo creo que la gente responde muy bien. Os invito a todos a leer las reseñas en Google, por ejemplo.

Recuerdo que alguna vez me he puesto a llorar leyéndolas porque dicen cosas de un equipo de gente que trabaja en Cerciora que han conseguido que una persona se libere completamente de sus deudas. También tenemos testimoniales en los canales de YouTube. Un montón de vídeos en los que respondemos a las preguntas básicas que la gente nos hace: ¿Perderé la vivienda? ¿Cuánto dura el procedimiento? ¿Qué hago con los fondos buitre?. En definitiva, damos un montón de información para liberar esa tensión que se crea cuando te llaman por teléfono y te empiezan a decir que eres un sinvergüenza, que eres un ladrón, que eres un chorizo, que no tienes vergüenza. Eso crea un desequilibrio a las personas. Pero no es más que una estrategia de los bancos, de los fondos buitres, donde ya no juega solo la carga económica, también juega la carga emocional. Te dicen: “Voy a por ti, te voy a desmontar, a desestabilizar, no te voy a dejar en paz”.

Hay quejas de cuando la gente se le ha exonerado su deuda, se le estropea el coche, van al banco a pedir un nuevo préstamo, porque ya están limpios, y el banco no les concede ese préstamo. ¿Cómo explicas a la gente que no es lo mismo que te denieguen un crédito sin tener deuda que te lo denieguen porque tiene deuda?

Está claro que si os hemos liberado de una deuda de una entidad bancaria, pues si vais a esa entidad a pedir de dinero lo más seguro es que no os lo den, a pesar de estar limpios de deudas. En ese caso, cambiar de banco. Y después, si acabamos de liberaros de una deuda y no tenéis lo que los bancos llaman scoring, que es una puntuación para pedir dinero, pues a lo mejor os dan 5.000 €, pero no es dan 15.000 €.

Entonces, lo mejor es esperar más tiempo para que puedan daros más dinero. Tener en cuenta que habéis estado en una situación de endeudamiento donde hay personas que han estado 10, 12, 15 años en esa situación y, de repente, se les quita esa deuda y pueden volver a comprar. Las personas hacemos lo mismo, no confiamos en la gente hasta que nos ofrecen alguna razón para confiar. Los bancos necesitan un tiempo, un histórico del cliente para saber si realmente te van a poder dar dinero para no verse otra vez en otro proceso dentro de la segunda oportunidad. Tengamos cautela, no tengamos prisa y disfrutemos de lo que es no tener deudas.

Otra cosa es que el banco no les haya sacado de los ficheros de morosos y no les concedan un préstamo por esa razón.

Para eso hay otra opción. Es muy importante que sepáis que hay otro proceso que no está relacionado con la Ley de Segunda Oportunidad, pero que también os lo podemos ofrecer posteriormente y es sacaros de ficheros de morosos, hacer una demanda por derecho al honor y, por supuesto, conseguir una indemnización. Nosotros informamos a las entidades que tienen que eliminar esos informes, ya que la deuda ya no la tenéis gracias al proceso de Ley de Segunda Oportunidad.

Y si el banco no lo hace, pues cursamos una demanda que seguro se ganará porque no se puede desobedecer una resolución judicial. Ningún banco o entidad puede incluirte en un fichero de morosos por mucho que ellos crean o digan. Es simplemente una de las tácticas habituales de los bancos para presionar, para molestar y para ver si puedo sacar algo más al cliente.

¿A partir de qué dinero vale la pena utilizar una bala tan buena como la Ley de Segunda Oportunidad?

Evidentemente, cada caso es un mundo, cada persona se encuentra una situación totalmente diferente, incluso puede haber enfermedades de por medio, pueden existir mil cosas. Pero hay que tener en cuenta que el juez es una persona que tiene que tomar decisiones basadas en una normativa. Y que esos mismos jueces son jueces de lo mercantil, que están acostumbrados a empresas, a operaciones y están acostumbrados a controlar muy bien lo que sí o lo que no puede obtener un EPI. Entonces, hay que valorar si realmente lo que se tiene es o un sobreendeudamiento, es decir, me gasto un poco más en navidades y voy un poquito más justo y entonces no voy a poder pagar, o lo que sería una quiebra, que no puedo pagar lo que debo. Todo el mundo va a decir que no puedo pagar. Pero ahí entra otro término como es ser “deudor de buena fe”. Si, por ejemplo, te has sido de crucero, te has gastado 15.000 € de un préstamo, pagas 2 cuotas y dices que te quieres presentar a un proceso de Ley de Segunda Oportunidad, pues eso no es ser “deudor de buena fe”.

Para los “deudores de buena fe” ¿Qué número se les da?

Una cifra que puede funcionar sin conocer todos los detalles que al final son los definitorios, sería sumar vuestro sueldo más un 20%. Ósea, el salario anual más un 20%. Si una persona gana 1.200 euros al mes, pues hasta 14.000 € no se considerará insolvente, sino sobreendeudado. Entonces, si ganas 15.000 € y tienes una deuda de 3.000 €, pues evidentemente la Ley de Segunda Oportunidad no sería la bala a gastar. ¿Qué lo podemos gestionar? Sí. ¿Qué algún equipo de abogados puede hacerlo? Sí, pero nosotros no lo vamos a recomendar. Nosotros no vendemos humo.

¿Y por qué os deberían de elegir?

Lo fundamental es porque tenemos experiencia personal y profesional, y hemos pasado por ahí. Cuando pasas por una situación y la vives de primera mano sabes perfectamente lo que se siente al no tener dinero, al no poder pagar las facturas, la comida, con hijos, hipotecas, el aguantar las llamadas amenazantes de los bancos y fondos buitres todos los días. ¿Por qué nos tienen entonces que elegir? Pues porque lo vamos a arreglar. Porque tenéis una cara, un nombre, un equipo que puedes ver, al que puedes preguntar, al que puedes llamar. Y si alguna vez no podemos cogeros el teléfono, seguramente será porque estamos atendiendo a otra persona que está en tu misma situación y que necesita nuestra máxima atención con un problema. No os preocupéis porque os llamaremos lo antes posible.

Nos gustaría ser muchísima más gente, tener tanto personal como los bancos, que cuentan con miles de personas, pero nosotros somos un equipo más reducido, ya que los medios con los que cuentan los bancos son infinitos, pero nuestros medios son finitos, tienen límites. Pero tener en cuenta una cosa. Qué vamos ganando. Y cada vez más. Ahora son 7.000.000 € los que hemos exonerado, pero vienen varios cientos de millones de euros en camino. Os animo a que leáis las reseñas de nuestros clientes, que visitéis nuestras redes sociales, nuestra página web. Que veáis los vídeos de la gente que ha conseguido liberarse de sus deudas. Y os puedo asegurar que no son actores, son personas que han superado el miedo y la vergüenza para decir que han debido dinero y que ahora, gracias a la Ley de Segunda Oportunidad y a Cerciora tienen un EPI que significa la liberación de su deuda, con lo cual no hay trampa ni cartón, cada euro de los que hemos exonerado está certificado por una publicación en el Boletín Oficial del Estado.

Por lo tanto, es todo realidad: las reseñas, las exoneraciones de pasivo insatisfecho, los clientes, todo. Cerciora es real y la Ley de Segunda Oportunidad funciona. 

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