Las autoridades de Polonia han convocado este viernes al embajador de Hungría en el país, István Ijgyarto, y ha llamado a consultas a su embajador en suelo húngaro, Sebastian Keciek, para protestar por la decisión «hostil» del Gobierno húngaro de conceder asilo al exviceministro polaco de Justicia Marcin Romanowski, acusado de once cargos por corrupción y pertenencia a grupo criminal.
Así lo ha anunciado el Ministerio de Exteriores de Polonia, que ha indicado en un comunicado que Romanowski está sujeto a una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) en el marco de una investigación por malversación de fondos públicos.
«Justificar el asilo alegando que se trata de una persecución política es ofensivo para los ciudadanos y las autoridades polacas», ha manifestado el Ministerio, que ha enviado una nota de protesta al Gobierno húngaro, una medida que Budapest ha criticado por considerar que «va en contra de los principios fundamentales que unen a los miembros de la Unión Europea».
El ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, ha confirmado posteriormente que también ha llamado a consultas al embajador polaco en el país. «Si Hungría falla en sus obligaciones europeas, Polonia pedirá a la Comisión Europea que inicie un procedimiento en su contra en el marco del artículo 259 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea», ha aseverado.
Romanowski fue arrestado en julio, pero fue liberado días después cuando se concluyó que gozaba de inmunidad como delegado de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. Este mes, el tribunal del distrito de Varsovia-Mokotov ha pedido prisión preventiva por un periodo de tres meses al considerar que las pruebas reunidas en el caso indican una alta probabilidad de que el sospechoso haya cometido la mayoría de los delitos que se le imputan.
El ex alto cargo, que también fue diputado del partido Ley y Justicia (PiS), que gobernó Polonia entre 2015 y 2023 y que actualmente es el principal partido de la oposición, fue el ‘número dos’ del polémico exministro Zbigniew Ziobro. Según medios polacos y declaraciones de testigos, se canalizaron millones de euros hacia proyectos que el extitular de la cartera esperaba que fueran de beneficio político para su partido, Polonia Soberana, escindido de PiS.