El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha firmado este lunes un paquete de medidas que amplían las condiciones para ser considerado agente extranjero, introduce nuevas prohibiciones para las personas reconocidas como tal, y aumenta las penas para aquellas que pidan la imposición de sanciones contra el país.
La nueva normativa penaliza con hasta cinco años de cárcel y una multa de 500.000 rublos (algo más de 5.340 euros) a aquellas personas acusadas de realizar llamamientos a introducir o ampliar sanciones contra el país «por motivos egoístas», mientras que aquellos que desacrediten al Ejército y colaboren en la aplicación de medidas adoptadas por organizaciones internacionales en las que Rusia no participa se enfrentan a una condena de hasta siete años de prisión.
Además, tal y como señala la agencia de noticias rusa TASS, el nuevo proyecto amplía hasta 20 el número de delitos por los que se pueden celebrar juicios en rebeldía contra personas que se encuentran fuera de territorio ruso, algo que hasta ahora solo se aplicaba para los casos graves y especialmente graves.
Esto permitirá a las autoridades judiciales convocar juicios de este tipo por destrucción o daños a lugares de enterramiento y monumentos militares, rehabilitación del nazismo, difusión de informaciones falsas, descrédito de las Fuerzas Armadas y llamamientos a la violación de la integridad territorial de Rusia.
Por otra parte, los ciudadanos rusos considerados como agentes extranjeros no podrán trabajar en el sector educativo ni divulgativo, tampoco podrán hacerlo en empresas públicas y tendrán prohibido recibir financiación municipal, mientras que las organizaciones sin ánimo de lucro que se les designe como agentes extranjeros saldrán del registro de entidades sociales.
Putin ha ampliado asimismo el número de condicionantes para ser reconocido como agente extranjero por parte de las autoridades rusas. Así, a partir de ahora, serán consideradas como tal aquellas personas que colaboren en la implementación de decisiones de organizaciones internacionales en las que Rusia no participa mientras estas atenten contra la seguridad de Rusia; colaboren con autoridades extranjeras que adopten decisiones de la misma índole; y recopilen información sobre las actividades de las tropas rusas.
