Repsol obtuvo un beneficio neto de 1.792 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que representa una caída del 35,7% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, en un contexto marcado por los bajos precios de los hidrocarburos y unos menores márgenes de refino. informó la compañía.
Mientras, el resultado neto ajustado del grupo, que mide específicamente la marcha de los negocios, alcanzó los 2.684 millones de euros a cierre de septiembre, un 29,7% inferior a los nueve primeros meses de 2023.
Repsol, la primera petrolera del país, indicó que el resultado neto incluye un impuesto sobre beneficios con un tipo efectivo global del 34%. Entre enero y septiembre, la actividad generó una contribución fiscal en España de más de 6.500 millones de euros, de un total global de 9.462 millones de euros en el periodo.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) de la empresa en el periodo de enero a septiembre cayó un 22,6%, hasta los 5.565 millones de euros.
DIVIDENDO DE 0,475 EUROS.
Con estos resultados, la compañía ha anunciado que acelera en su política de retribución a los accionistas con la distribución de un dividendo en efectivo de 0,475 euros brutos por acción en enero de 2025, frente a los 0,4 euros brutos por título del año anterior.
En el ejercicio 2024 la compañía ha abonado 0,9 euros brutos por acción en efectivo, lo que representa un alza aproximada del 30% respecto a 2023.
Además, en julio la compañía ya amortizó 40 millones de acciones propias, representativos del 3,29% del capital social previo a la reducción, tras completar un primer programa de recompra de acciones. Ese mismo mes, acordó amortizar 20 millones de títulos adicionales, para lo cual se puso en marcha el 7 de agosto un nuevo plan de recompra de acciones actualmente vigente.
En total, Repsol prevé alcanzar un rango de distribución a los accionistas de entre el 25% y el 35% del flujo de caja operativo del periodo del Plan Estratégico 2024-2027.
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, destacó que el grupo está «dando pasos importantes» en la ejecución de sus objetivos estratégicos, «orientados a una transición energética rentable y justa».
Asimismo, puso en valor que la compañía defiende «con firmeza que sus actividades industriales y energéticas son motores de riqueza, empleo y prosperidad que merecen apoyo institucional».
ELEVA SU DEUDA A 5.532 MILLONES.
La deuda neta del grupo al cierre de septiembre se situaba en los 5.532 millones de euros, 937 millones de euros más que la cifra a finales de junio de este año, debido principalmente a las inversiones, el dividendo en caja de julio, la adquisición de acciones propias dentro de los programas de recompra de acciones y al segundo pago del gravamen temporal a las energéticas en España.
Así, el ratio de apalancamiento de la energética al cierre del tercer trimestre se situó en 16,4%, frente al 13,8% al cierre del segundo trimestre de este año.
Mientras, la liquidez de Repsol al cierre de este tercer trimestre se situaba en los 9.528 millones de euros, incluyendo las líneas de crédito comprometidas no dispuestas, lo que supone 3,10 veces los vencimientos de deuda bruta a corto plazo, frente a las 3,09 veces al cierre del segundo trimestre de 2024.