Las autoridades rusas han confirmado la muerte de 17 personas como consecuencia de la invasión de la provincia de Kursk iniciada por Ucrania a principios de mes, una incursión que ha dejado también 140 heridos y más de 121.000 desplazados.
De entre los 140 heridos hay 75 que han tenido que ser hospitalizados, entre ellos cuatro menores de edad, apuntan los servicios de emergencia, según recoge la agencia de noticias TASS.
En las últimas horas, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aseguró que ya controlan más de 1.250 kilómetros cuadrados y más de 90 localidades de Kursk, región que Kiev, ha dicho, no aspira a hacerse con ella, sino más bien a establecer una zona de amortiguamiento desde la que protegerse de los ataques rusos.
En una operación sin precedentes desde el inicio de la invasión rusa hace ya dos años y medio, las tropas del Ejército ucraniano irrumpieron en Kursk a través de Sumi que, según Rusia, ha dejado ya más de 3.800 bajas en las filas ucranianas.
