El piloto británico George Russell (Mercedes) fue el más rápido este viernes en los Libres 1 del Gran Premio de Hungría, undécima cita del Mundial de Fórmula 1, en una sesión pasada por agua y con varios parones, con pilotos que no llegaron a poder finalizar una vuelta cronometrada, y que de poco sirvió.
Dos banderas rojas, la de Sergio Pérez (Red Bull) al inicio y la de Carlos Sainz (Ferrari) en el tramo final, además de varias banderas amarillas y la presencia puntual, pero importante, de la lluvia hicieron de esta primera sesión de libres una tanda atípica y llena de sorpresas.
Russell fue el mejor, con neumáticos intermedios y lidiando con el agua presente en el resbaladizo asfalto de Hungaroring. Pero en los Libres 2, si el clima respeta, podrían verse tiempos bien distintos. De momento, Oscar Piastri (McLaren) y Lance Stroll (Aston Martin) marcaron el segundo y tercer mejor crono.
Por su parte, el español Fernando Alonso (Aston Martin) llegó a liderar en varias ocasiones la tabla de tiempos, para ser finalmente quinto por detrás de Lando Norris (McLaren). Alonso y su Aston Martin van bien sobre agua y, en principio, también sobre seco en este ‘circuito de karts gigante’.
Carlos Sainz (Ferrari) fue uno de los siete pilotos que no marcaron tiempos. Pero fue protagonista cuando, a falta de un cuarto de hora para el final de la práctica, provocó bandera roja al salirse de pista haciendo patinaje.
A la salida de la curva 3, rápida, perdió el control de su Ferrari y se fue a la casi nula escapatoria junto al muro, que llegó a rozar pero ya a ‘cámara lenta’ y sin grandes daños. Eso sí, tuvo que cambiar el alerón delantero y revisar el fondo plano y otras zonas del monoplaza y se quedó sin volver a salir a rodar.
Y eso que los comisarios húngaros le ayudaron a volver a arrancar y a poder salir de la hierba en la que sus neumáticos traseros, intermedios pero mojados, se habían quedado varados. Como Sainz, ‘Checo’ Pérez provocó una roja, a los 5 minutos de sesión, al pisar la hierba y estrellarse contra un muro lejano, destrozando el morro de su Red Bull.
Fue una sesión atípica, por esa lluvia que fue fuerte en varios instantes y en la que, por ejemplo, los dos Williams llegaron a estar ambos en cabeza hasta que una ‘tregua’ final permitió a los equipos ir en busca de vueltas semi rápidas. Por la tarde, más y, esperemos, mejor.