¿Una base de maquillaje con una cobertura total, natural y ligera para lucir una tez uniforme, lisa, sin brillos, y durante 24 horas? Parece una utopía, porque con el paso de las horas el producto desaparece, se cuartea, hace un efecto de lo más indeseable sobre nuestra piel, y cualquier parecido con la realidad -es decir, con nuestro aspecto cuando nos maquillamos antes de salir de casa- es pura coincidencia.