El banco francés Société Générale registró un beneficio neto atribuido de 2.018 millones de euros en 2021, lo que representa una caída del 64,2% respecto del resultado de la entidad en 2021 debido al impacto adverso de la venta de Rosbank y su negocio de seguros en Rusia.
En concreto, el banco galo precisó que la venta de Rosbank y las actividades de seguros en Rusia representaron una pérdida contable de 3.300 millones, reconocida en el primer semestre de 2022.
De este modo, el beneficio neto atribuido subyacente de Société Générale en el conjunto de 2022 alcanzó los 5.616 millones de euros, un 6,7% por encima de las ganancias anotadas por la entidad un año antes.
La cifra de negocio neta de Société Générale sumó 28.059 millones de euros en el ejercicio, un 8,8% más que en 2021, mientras que la partida destinada a cubrir el riesgo de crédito ascendió a 1.647 millones, frente a los 700 millones del año precedente.
Entre octubre y diciembre, el beneficio neto atribuido de la entidad gala disminuyó un 35,1%, hasta 1.160 millones de euros, mientras que el producto neto bancario sumó 6.885 millones, un 4% más. El coste del riesgo de crédito para el banco galo fue de 413 millones, frente a los 86 millones del cuarto trimestre de 2021.
Por otro lado, el consejo de administración aprobó su política de reparto en un equivalente de 2,25 euros por acción con la propuesta de abonar un dividendo en efectivo de 1,70 euros por acción en la junta general de accionistas del próximo 23 de mayo y que se pagará el 1 de junio de 2023.
Asimismo, la entidad también tiene previsto lanzar un programa de recompra de acciones propias por un importe total de unos 440 millones de euros, equivalente a 0,55 euros por acción, que está condicionado a la recepción de los habituales autorizaciones del Banco Central Europeo (BCE).
«2022 marcó una etapa decisiva para el Grupo, que pudo ofrecer rendimientos subyacentes récord mientras se adaptaba rápida y eficientemente a un entorno incierto y complejo», declaró Fréderic Oudéa, consejero delegado de Société Générale.
De cara al futuro, la entidad indicó que 2023 será «un año de transición» en el que anticipa impactos negativos relacionados con el final del beneficio del TLTRO del BCE y con el funcionamiento específico del mercado bancario minorista francés, confirmando los objetivos financieros para 2025, con una relación coste-ingreso por debajo del 62% y una rentabilidad esperada del 10% (ROTE) basada en un objetivo de índice CET1 del 12% posterior a Basilea IV.
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