La Fuerza Provisional de Seguridad de Naciones Unidas para Abyei (UNISFA), que opera en esta región en la frontera entre Sudán y Sudán del Sur, ha confirmado este lunes la muerte de un segundo ‘casco azul’ por la ola de violencia comunitaria registrada en la región de Abyei durante los últimos días, unos enfrentamientos en los ha muerto otro medio centenar de personas.
La misión de Naciones Unidas ha condenado así la «continua violencia» en la zona, en disputa entre los dos países, después de que el sábado se confirmara la muerte de un ‘casco azul’ de Ghana en el marco de unos incidentes que alcanzaron una base militar de la ONU. La UNISFA ha indicado ahora que el segundo ‘casco azul’ fallecido era de procedencia paquistaní.
«Como parte de su mandato para proteger a los civiles, la UNISFA permite a todos aquellos que se enfrenten a un peligro inminente a buscar refugio en algunos campamentos», ha aseverado la misión en un comunicado en el que ha afirmado que el ‘casco azul’ paquistaní falleció el domingo cuando transportaba a varios civiles a un hospital. Además, otras cinco personas resultaron heridas.
En este sentido, ha expresado sus «más profundas condolencias a los familiares y seres queridos de todos los ‘cascos azules’ muertos, mientras espera una rápida recuperación a los heridos». «Condenamos estos ataques contra civiles y trabajadores de la ONU y recordamos que la violencia contra estos actores supone un crimen de guerra bajo el Derecho Internacional», recoge el texto.
Las autoridades locales han indicado que la cifra de civiles muertos ha ascendido 52, mientras que otros 64 han resultado heridos. «La misión está tomando medidas para restaurar la calma y proteger a los civiles, al tiempo que pide la apertura de una investigación para que los responsables sean llevados ante la Justicia», ha puntualizado.
El estatus de Abyei quedó en suspenso cuando Sudán del Sur declaró su independencia en el año 2011 y sigue siendo uno de los principales focos de conflicto entre ambos países por su importancia geoestratégica y sus reservas energéticas. En principio, el futuro de la región debería haberse dilucidado según un referéndum estipulado en los históricos acuerdos de paz de 2005, si bien la votación aún no ha tenido lugar.