La Casa Blanca describe sus comentarios como «de perturbado» mientras la Alianza Atlántica garantiza una «respuesta contundente» a cualquier ataque
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, proclamó este pasado sábado que amenazó a aliados de la OTAN con retirar la «protección» de Estados Unidos frente a un hipotético ataque ruso si no cumplían con las contribuciones que el entonces mandatario consideraba obligatorias sobre el 2 por ciento del PIB, un porcentaje que la Alianza estableció como una cifra orientativa.
Trump efectuó estos comentarios durante un mitin en Carolina del Sur donde repitió sus constantes quejas hacia la falta de contribución de los aliados de la OTAN que mantuvo durante su presidencia.
El expresidente, que siempre ha argumentado que EEUU asumía una carga económica exagerada, describió una reunión con un mandatario al que le garantizó que «Estados Unidos en ningún caso iba a proteger» a los países que no aportaran lo que el magnate considerara correspondiente.
La OTAN tiene el objetivo de que cada país miembro gaste un mínimo del 2 por ciento del PIB en Defensa, y Trump tiene razón que la mayoría de los países no están cumpliendo ese objetivo. Pero la Alianza matiza que la cifra es orientativa y no un contrato vinculante, ni implica que países miembros hayan dejado de pagar su parte del presupuesto común de la OTAN para administrar la organización.
«Es más, le dije que animaría a Rusia a hacer lo que le diera la gana. Aquí se paga», declaró Trump en unos comentarios repudiados tanto por la Casa Blanca como por el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, sobre todo dada la posibilidad de que el magnate pueda ganar de nuevo las elecciones presidenciales de noviembre de este año, en lo que supondría un retorno de las tensiones.
El portavoz de la Presidencia de EEUU Andrew Bates reprochó a Trump que «animar a regímenes asesinos a que invadan a nuestros aliados más próximos son palabras lamentables y de perturbado» que «ponen en peligro la seguridad estadounidense y la estabilidad global».
En un mensaje a la cadena sueca TV2, Stoltenberg, sin mencionar a Trump, lamenta que «cualquier noción de que los aliados no van a defenderse entre sí supone un ataque a la seguridad» de la Alianza Atlántica.
«Espero que Estados Unidos siga siendo un aliado fuerte y comprometido con la OTAN sin importar quién gane las elecciones presidenciales», ha concluido.
Más duro ha sido el ministro del Interior polaco, Marcin Kierwinski. «Trump está directamente pidiendo que se entregue Europa a Putin», ha afirmado en declaraciones recogidas por la agencia de noticias polaca PAP.
El presidente polaco, Andrzej Duda, ha advertido de que «la alianza entre Polonia y Estados Unidos debe ser fuerte, esté quien esté en el poder en Polonia o Estados Unidos».