El Ejército de Ucrania han informado este martes de la destrucción de un nuevo buque portamisiles de las Fuerzas Armadas de Rusia anclado frente a las costas de Sebastopol, en la península de Crimea, en aguas del mar Negro.
De acuerdo con un comunicado del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania en su perfil de Facebook, el portamisiles ruso ‘Cyclone’ fue atacado en la noche del domingo, si bien no ha sido hasta ahora que esta información ha sido confirmada.
Más tarde, el portavoz de las Fuerzas de Defensa del Sur de Ucrania, Dimitro Pletenchuk, ha detallado que el ‘Cyclone’ formaba parte de una nueva flota de cinco embarcaciones que Rusia había desplegado en el mar Negro.
«El barco era nuevo, no tuvo ni tiempo de terminar los entrenamientos porque no disparó ni un solo misil de crucero», ha manifestado Pletenchuk, según informaciones recogidas por la agencia de noticias ucraniana Ukrinform.
Así las cosas, el representante ucraniano ha celebrado que de esos cinco nuevos buques rusos previstos para operar en el mar Negro, ninguno de ellos se encuentra ya en funcionamiento en la zona.
El portamisiles ‘Askold’ fue destruido previamente por las Fuerzas Armadas de Ucrania, mientras que el ‘Amur’ y el ‘Tucha’ «se vieron obligados a abandonar» la zona rumbo al mar Caspio para culminar sus entrenamientos. Por último, el ‘Taganrog’ está aún en periodo de construcción.
Ya el domingo el Ejército ucraniano informó del hundimiento del dragaminas ruso ‘Kovrovets’, también en el puerto de Sebastopol. Las autoridades rusas de Crimea negaron las informaciones y aseguraron que el ataque no había causado daños ni víctimas.
Precisamente el fin de semana, la Inteligencia militar británica estimaba que los ataques ucranianos contra posiciones rusas en la península de Crimea acabarán provocando la «dispersión» de los efectivos aéreos de Rusia desplegados allí, y que ya se encuentran bastante «degradados».