El balance de muertos a causa del ataque ejecutado el lunes por el Ejército de Rusia contra la localidad ucraniana de Kostantinovka, situada en la provincia de Donetsk (este), ha ascendido a dos, entre ellos un niño, según han confirmado este martes las autoridades de Ucrania, que han afirmado que Moscú habría utilizado munición de racimo en el ataque.

El gobernador de Donetsk, Pavlo Kirilenko, ha indicado en su cuenta en Telegram que en niño fallecido en el ataque con artillería tenía diez años, mientras que ha especificado que otras siete personas, incluidos cuatro menores de entre cinco y doce años, resultaron heridos. Entre los heridos hay una niña que se encuentra en estado grave y que ha sido evacuada de Donetsk.

Así, ha acusado a los «racistas» de ejecutar un ataque con municiones de racimo contra la ciudad y ha afirmado que «es otro crimen de los rusos contra la población civil, cometido de forma deliberada, a sangre fría y de forma cínica». «Pido de nuevo a los padres que saquen a sus hijos de la zona de peligro», ha zanjado.

El propio Kirilenko destacó el lunes que los rusos habrían bombardeado de forma intencionada una zona infantil. «Sobre las 19.00 horas (hora local) abrieron fuego sobre una zona en la que había gente descansando. Dispararon un lanzacohetes múltiple Smerch con munición de racimo», aseguró en su primer informe sobre la situación.