Un estudio ha revelado nuevas figuras y grabados de arte rupestre paleolítico en la cueva Altamira, en Santillana del Mar y Patrimonio de la Humanidad. El informe, publicado por la revista científica Sautuola, documenta 33 unidades gráficas (representaciones de animales como ciervos o incluso caballos) y otras tantas marcas de negras y rojas, en una pared de la cavidad cántabra.

Y además de estas evidencias artísticas, se han datado en la gruta, famosa por el techo de los polícromos que le valió el reconocimiento de la UNESCO y el sobrenombre de ‘capilla sixtina’ del arte cuaternario, otras arqueológicas: de carbón vegetal y una laminilla de sílex, según recoge la publicación dirigida por Eusebio Dohijo y editada por la Consejería de Cultura del Gobierno regional.

Se trata del número XXIX de la revista del Instituto de Prehistoria y Arqueología Sautuola, que recopila en este ejemplar, correspondiente a 2024, la ‘Documentación del arte rupestre paleolítico en la cueva de Altamira (Santillana del Mar, Cantabria): estudio monográfico de la Unidad Topográfica I del Sector V’, realizado por un equipo de la Universidad Complutense y el Museo Nacional y Centro de Investigación Altamira.

Los trabajos, enmarcados en el proyecto ‘El primer arte de la Humanidad, la cueva de Altamira’, financiado por la Fundación Atapuerca, se centran en ese espacio, el denominado sector V, que hasta ahora no había sido objeto específico de investigaciones sistemáticas. Al lugar se accede desde una gran sala, a la que a su vez se llega desde la entrada actual de la cueva, avanzando 47 metros y dejando a la izquierda la famosa sala de los polícromos.

El estudio monográfico de una parte de este sector «ha permitido revisar la comprensión formal que se tenía de algunas manifestaciones gráficas ya conocidas y ampliar el dispositivo con nuevas figuras, poniendo de manifiesto que es necesario revisar espacios de la cueva que han sido estudiados previamente con otras metodologías», se indica en la publicación, consultada por Europa Press.

«El análisis del proceso gráfico ha confirmado la planificación de las personas artistas paleolíticas a la hora de seleccionar las superficies concretas de los motivos rupestres, la búsqueda de trazar elementos vinculados al realismo de las figuras, la existencia de correcciones durante el proceso de grabación, las referencias a un espacio concreto y figurado en general poco definido gráficamente y la posibilidad de que marcas rojas puedan tener finalidad gráfica», se añade en la conclusión.

SECTOR V

El sector V es un área que fue transformado en la década de los años 20 y 30 del siglo pasado debido al levantamiento de muros artificiales para la contención del techo, modificación que ha dado lugar a la pérdida de la visión unitaria que tenía durante el Paleolítico y, por tanto, también a la percepción del espacio de las representaciones gráficas.

Precisamente por eso y para resaltar el carácter unitario y no segmentado de esta unidad espacial, se le ha denominado íntegramente como Sector V, correspondiéndose con las salas II, III y IV de Breuil y Obermaier.

En ellas, y durante los trabajos de campo, se han documentado diferentes evidencias organizadas en tres categorías: dispositivo iconográfico, compuesto de evidencias de carácter gráfico-artístico, principalmente grabados y formas dibujadas; marcas negras; y marcas rojas, además de las evidencias arqueológicas.

Entre los objetivos del proyecto se encuentra la prospección sistemática de los diferentes sectores de la cueva para la documentación de nuevas evidencias gráficas, así como para la mejora de la lectura y análisis de las ya conocidas.

ES IMPORTANTE CONTINUAR LA INVESTIGACIÓN

El estudio ha sido realizado por Marcos García-Diez; Álvaro Ibero Osorio; Blanca Ochoa Fraile; Alfredo Prada Freixedo; Lucía M. Díaz-González, Carmen de las Heras Martín, Déborah Ordás Pastrana, Paula López Calle, Elena Sánchez-Moral y Pilar Fatás, directora de Altamira.

En declaraciones a esta agencia, Fatás ha indicado que los hallazgos documentados evidencian que el museo continúa investigando el arte de la cavidad, pues aunque es un lugar «conocido y reconocido» eso no significa que todo esté estudiado. «Es importante continuar la investigación», ha señalado.