Más de 50 personas permanecen ingresadas en distintos hospitales de Tailandia, 20 de ellas en unidades de cuidados intensivos, a raíz del aterrizaje forzoso de un vuelo que sufrió fuertes turbulencias cuando cubría la ruta entre Londres y Singapur, según fuentes médicas tailandesas.
Un ciudadano británico de 73 años perdió la vida como resultado de este incidente, aparentemente por un fallo cardiaco. A bordo de la aeronave, un Boeing 777-300ER de Singapore Airlines, viajaban 211 pasajeros y 18 tripulantes, una lista que incluye a más de medio centenar de personas de nacionalidad australiana y dos españoles, según la propia aerolínea.
El Hospital Samitivej ha cifrado en 58 las personas que siguen recibiendo tratamiento en distintas instalaciones, según el ‘Bangkok Post’. La aerolínea, por su parte, ha confirmado que 74 pasajeros y seis tripulantes continúan en la capital tailandesa, si bien no todos ellos son heridos, ya que hay «familiares y seres queridos» que viajaban también a bordo.
Singapore Airlines ha facilitado el traslado a Singapur a todos aquellos que así lo han pedido. El presidente de la compañía, Peter Seah, ha prometido que seguirán brindando apoyo «en este difícil momento» y ha agradecido todos los apoyos recibidos desde el martes.