El vicepresidente de la Comisión Europea responsable del Modo de Vida Europeo, el conservador griego Margaritis Schinas, ha defendido este martes la transparencia de su viaje al Mundial de Qatar y de sus contactos con responsables del Gobierno qatarí, al tiempo que ha ironizado con que los únicos obsequios que recibió de parte de este país fueron artículos promocionales del campeonato de fútbol.
«Recibí un balón de fútbol y una caja de chocolates, ambos se los dejé al conductor que me llevó al estadio. Creo que había también algo de material promocional del Mundial», ha repasado Schinas en respuesta a preguntas de los periodistas en una rueda de prensa en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia).
Schinas ha recalcado que el valor de estos presentes no llegaba al umbral establecido para ser considerado como un regalo de acuerdo a las reglas del registro de transparencia del Ejecutivo comunitario.
El vicepresidente comunitario ha añadido que, por su parte, ofreció a las autoridades con las que se reunió el presente que marca el protocolo comunitario, esto es, una vela y un pisapapeles que, entre risas, ha calificado de «lujoso».
En todo caso, Schinas, que tiene entre sus competencias la cartera de Deportes, ha querido defender la conveniencia de su viaje para asistir a la ceremonia inaugural del Mundial en Qatar porque se trataba del primer «evento global tras la pandemia y Europa no podía estar ausente».
Asimismo ha asegurado que defendió el «modelo de deporte europeo» y ha defendido también que sus declaraciones en distintos foros defendiendo los avances que suponen las reformas laborales en Qatar han sido «siempre plenamente compatibles» con la posición oficial del Ejecutivo comunitario al que representa.
El viaje de Schinas a Qatar fue duramente criticado por distintos sectores en Europa que pusieron en duda que la UE debiera tener representación institucional en un evento organizado por un régimen que viola sistemáticamente los derechos fundamentales y laborales.
La controversia ha vuelto a la actualidad tras la trama de corrupción destapada por presuntos sobornos de Qatar a eurodiputados y personal del PE para ganar peso político y económico en la institución europea.
Desde la Comisión Europea se han esforzado en recalcar que las normas de transparencia que se aplican a sus servicios son las más estrictas y que es la única institución, en contraposición a la Eurocámara y el Consejo, que aplica la norma de «sin registro no hay reunión» para los lobistas.
«Esto es la Comisión Europea, no improvisamos ni inventamos posiciones, ni inventamos posiciones. Replico religiosa y escrupulosamente la política comunitaria», ha remachado el vicepresidente comunitario para rechazar las dudas respecto a si fue demasiado complaciente con los qataríes en sus valoraciones sobre los avances en el país.
«Tuiteo y seguiré tuiteando en aras de la transparencia. Y gracias a Dios que tuiteo», ha replicado, como prueba de que es partidario de informar públicamente de todos sus encuentros con autoridades terceras y comunicar los mensajes que les traslada.
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