El secretario general de FIBA, el griego Andreas Zagklis, aseguró que se cierra un año 2023 «histórico» para el baloncesto mundial y, en el quinto aniversario de su llegada al cargo, aseguró que el ente mundial seguirá trabajando para, entre otras cosas, los Juegos Olímpicos de París 2024 sean un éxito y que se mejoren las condiciones para los jugadores, como logrando un calendario no solapado con otras competiciones como la Euroliga.
En el quinto aniversario de su elección como máximo responsable de la FIBA, Zagklis compareció ante la prensa mundial para repasar el 2023 y hablar de los retos del año que viene, como la relación con la nueva Euroliga y el objetivo común, no siempre fácil de conseguir, de tener un calendario menos cargado y más favorable para los jugadores.
«Una de las prioridades de la FIBA es el bienestar de los jugadores. Por eso, a las mejoras experimentadas en la Copa del Mundo hay que sumar la ampliación de los próximos campeonatos para reducir los ‘back to back’ o partidos consecutivos hasta su erradicación de las competiciones FIBA por expreso deseo de los protagonistas de nuestro deporte», señaló.
Y sobre la relación con la EuroLeague, con la que admitió que se sigue colaborando, aseguró que trabajan para que los calendarios «no se solapen». «Las conversaciones durante los últimos meses no han sido sencillas por los cambios internos de EuroLeague pero sí han sido constructivas. De momento se han dado pasos como la unificación temporal de las ventanas de noviembre y febrero, pero hay otros grandes asuntos sobre los que debemos seguir hablando», aportó.
El abogado y dirigente quiso hablar de la cita olímpica de París 2024, con el estreno del baloncesto 3×3 como gran novedad en un «espectacular escenario» en la Place de la Concorde. «Se dará cabida a una disciplina nueva como el 3×3 que está superando muchas federaciones de otros deportes en participación y seguimiento», analizó.
La cuota española la tuvo el torneo Preolímpico que acogerá Valencia, en ambas categorías, ya que para Zagklis será uno de los «grandes momentos de 2024» previos a la cita olímpica, donde España participará en Sopron en categoría femenina por su plaza para París 2024 y en La Fontenta, en junio, en categoría masculina.
Por otro lado, en cuanto a los jugadores nacionalizados en las selecciones, aseguró que no se rebajará la cuota pero que tampoco aumentará. «La norma ha funcionado. Es difícil mantener un balance entre lo adecuado cuando el objetivo que es mejorar el equipo nacional, que representa el baloncesto en un país. Pero sobre esto el Central Board es claro, sólo puede haber un jugador naturalizado por equipo y el criterio de elegibilidad es el pasaporte, y si lo tienes después de los 16 años hay que ver las raíces y conexiones con el país y si no existen, pasas a la categoría de jugador naturalizado. Hemos recibido muchas peticiones en ambos sentidos según la casuística, pero el Central Board tiene claro que el número de jugadores no aumentará, pero tampoco se reducirá», manifestó.
De este 2023 destacó el gran impacto que tuvo el Mundial 2023. «Tuvo un resultado deportivo espectacular, con récord histórico de aficionados, impacto en retransmisiones y redes sociales doblando las impresiones de 2019 con más de 10 billones y un ‘engagement’ de 260 millones con crecimientos e impactos entre aficionados nunca vistos», valoró.
«Es el final de un año que vio a la FIBA y a nuestro deporte crecer y crecer a un ritmo que nos puede hacer a todos felices. La Copa del Mundo mostró el crecimiento de muchos jugadores con maravillosas actuaciones, altas ganancias y actuaciones de alto nivel de los mejores jugadores del mundo», manifestó.