News24Horas

Zara Tindall se come a besos a su tío, Carlos III

Por Redacción

Desde que se anunció que el rey Carlos III volvía a su agenda pública tras evolucionar favorablemente en su tratamiento contra el cáncer, cada aparición que realiza el monarca es celebrada por todos sus seguidores y sus seres queridos.

Tan bueno es el ánimo del padre de los príncipes Guillermo y Harry que, incluso, se ha atrevido a salirse de esa agenda marcada para hacer una aparición sorpresa en el espectáculo ecuestre Royal Windsor Horse Show, en Berkshire, uno de los eventos más esperados del calendario real.

El monarca británico ha acudido en solitario, sin la compañía de la reina Camila. Allí, se ha encontrado con su sobrina, Zara Tindall, hija de la princesa Ana, quien muy gratamente sorprendida por la presencia de Carlos III allí, le ha recibido con una gran alegría.

El encuentro ha dejado unas entrañables imágenes donde se ve a ambos fundiéndose en un cálido abrazo, dándose besos y compartiendo sonrisas y conversación.

El monarca quiso acudir al tercer día de este evento, al que también asistía frecuentemente como espectadora su difunta madre, la reina Isabel II.

Esta aparición pública del suegro de Kate Middleton se produce apenas tres días después de que visitara a los pacientes del Centro Oncológico Macmillan del University College Hospital, en Londres. Allí, habló de la «conmoción» que había sentido al ser diagnosticado con cáncer y también tranquilizó a quienes le preguntaron por su estado de salud, a quienes aseguró: “Estoy bien”.

Tanto aquel día como ahora en el Royal Windsor Horse Show, el rey se ha mostrado animado y alegre, señal de que su recuperación evoluciona por el buen camino, a pesar de que en algunos momentos ha sacado un pañuelo para sonarse la nariz, lo que indicaría que podría estar atravesando un resfriado.

Fue en 1943 cuando la entonces princesa Isabel, de 23 años, asistió a este evento por primera vez, un espectáculo que aquel año fue organizado en Windsor Home Park para recaudar fondos en beneficio de los combatientes de la guerra.

Desde entonces, la reina Isabel II no volvió a faltar a esta cita, en la que disfrutaba especialmente debido a su amor por todo lo que tenía que ver con el mundo de la equitación. Su afición pronto se contagió al resto de su familia.

Su hija, la princesa Ana, también jinete, no tardó en participar también de las pruebas organizadas en el evento. También el príncipe Felipe de Edimburgo participó en la conducción de carruajes hasta su jubilación en 2003.

El príncipe Eduardo, su hija Lady Louise Windsor, e incluso las princesas Beatriz y Eugenia, también han sido habituales en esta cita.

ÚLTIMA HORA

Protagonistas