El Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira renovará su exposición permanente con motivo del 25 aniversario de su apertura que se cumplirá el próximo 2026.
Así lo ha anunciado este domingo en una entrevista en RNE, recogida por Europa Press, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, quien ha indicado que su departamento está trabajando en esta idea de cara a la efeméride y debido a que la museografía del centro se ha quedado «un poco anticuada».
Sin embargo, Urtasun, que el miércoles ha participado en la reunión del Patronato de Altamira, ha destacado que el equipo del museo va renovando de forma «permanente» su contenido y ha destacado, especialmente, un espacio que actualmente se dedica a las mujeres que trabajaron en la recuperación de las pinturas y su protección.
Además de esto y en cuanto al mantenimiento de la instalación se refiere, el ministro ha hecho hincapié en que su departamento está «permanentemente» actualizando el edificio, y ha señalado que entre las intervenciones «importantes» que se están llevando a cabo está la mejora de la iluminación de la Neocueva.
También ha indicado que el Gobierno central tiene prevista una inversión adicional de 1,1 millones de euros para, entre otras, reformar «completamente» la entrada al museo este año, después de invertir más de dos millones en 2024 en varias actuaciones que englobaron obras en las cubiertas para solucionar algunas filtraciones y poner puntos de recarga eléctricos en el aparcamiento.
En cuanto a la cueva original, Urtasun ha mandado un mensaje de «tranquilidad» a los ciudadanos porque «está muy bien protegida y muy bien gestionada», y ha recordado que a nivel científico se continúa con las mejoras de las técnicas digitales para hacer el seguimiento del estado de las pinturas y para que las infecciones de bacterias en la zona estén controladas.
A ello ha añadido que en el encuentro del Patronato -que no se reunía desde hace dos años- se han tomado medidas «importantes» como la compra de unos terrenos colindantes a la cavidad y la cesión al Ministerio de una finca del Gobierno cántabro para «seguir protegiéndola y protegerla mejor», puesto que se ha conocido que «es más profunda de lo que se pensaba», ha detallado.
Y, sobre todo, ha destacado la medida adoptada de que una veintena de jóvenes de Santillana del Mar puedan visitar todos los años la cueva, una decisión con la que ha reconocido sentirse «muy feliz».
REFERENCIA CULTURAL
Cuestionado por el resto de proyectos culturales contemplados por el Ministerio en Cantabria, Urtasun ha puesto en valor el «esfuerzo» que ha hecho el Gobierno central en la compra del Archivo Lafuente por casi 30 millones de euros y la cesión del edificio del Banco de España que albergará esta colección y el futuro centro asociado del Reina Sofía en Santander.
Respecto a esta infraestructura, espera que las obras finalicen el año que viene como está previsto y «seguir avanzando» en su modelo de gestión, en el que las tres administraciones -Ministerio, Gobierno cántabro y Ayuntamiento- se implicarán a través de un consorcio con el «liderazgo» del Consistorio y el Ejecutivo regional.
A preguntas sobre el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC) y la petición del Ejecutivo regional de más financiación para su obra, el ministro ha dicho que «entiende» que las Comunidades Autónomas quieran que su departamento «se vuelque» en todos los proyectos posibles. Sin embargo, el no contar con los presupuestos generales del Estado aprobados dificulta «estar en todos los lugares que quisiéramos», por lo que ha asegurado que apoyará el proyecto «en la medida de lo posible».
Con todo ello, Urtasun ha hecho hincapié en que con estos centros Cantabria y su capital se van a convertir en «una auténtica referencia de la Cultura en nuestro país». «Cuando uno visite Santander, lo que va a ver paseando por el Paseo Marítimo, en pocos lugares de Europa lo va a poder encontrar», ha valorado.
Ello lo ha conectado con el auge del turismo cultural que está experimentado España, lo que conlleva la creación de empleo «de calidad» con trabajadores «muy formados».